El anuncio de la ministra de Trabajo de Colombia, Gloria Inés Ramírez, de un posible control de precios de la canasta básica elevó las alertas en el sector productivo del país.

De acuerdo con la funcionaria, el país tiene pendiente resolver la pérdida del poder adquisitivo de los trabajadores colombianos.

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Así las cosas, planteó que, en el marco del debate por el aumento del salario mínimo, se analice la posibilidad de congelar la canasta básica, es decir, que se aplique control de precios por la alta inflación.

“Vamos a sentarnos con los trabajadores y los empresarios para ver cuál es la mejor opción de incremento del salario mínimo para los colombianos de cara al próximo año”, puntualizó Ramírez.

No obstante, la sola posibilidad de que se aplique un control de precios alertó al mercado nacional y a los expertos en el tema.

Malas experiencias

Según la economista María del Pilar López, no hay evidencia (incluido el caso de Colombia en la década de 1930) de que esta medida funcione para contener incrementos en precios.

“Todo lo contrario, genera escasez y escalona más la presión al alza de precios”, agregó en su cuenta de Twitter.

Por su parte, el presidente de la SAC, Jorge Enrique Bedoya, dijo a W Radio que “pensar en un control de precios sería nocivo para el aparato económico que produce la comida de los colombianos”

Y el exministro de Hacienda, Juan Camilo Restrepo, afirmó que este es un mal presagio y citó a Argentina como un ejemplo de los malos efectos de efectuar un control de precios.

De hecho, el caso argentino es uno de los más cercanos a Colombia que confirman un efecto contraproducente de la aplicación de un control de precios.

Diversos gobiernos han implementado los topes a ciertos productos de la canasta familiar.

Precios Cuidados en Argentina

Uno de los más reciente se dio a comienzos de este año, cuando el presidente Alberto Fernández presentó una nueva etapa del programa ‘Precios Cuidados’.

Desde ese entonces, la inflación en Argentina ha seguido subiendo, a tal punto que alcanzó el 78,5 % anual con corte a agosto, y podría superar el 100 % al cierre de 2022.

A pesar de lo anterior, el gobierno kirchnerista lanzó la semana anterior una nueva etapa de ‘Precios Cuidados’, que estará vigente hasta enero de 2023 e incluirá 452 productos de la canasta familiar.

Según informaron los diarios Clarín y La Nación, desde el sector privado ya se está implementando el control de precios ajustado, aunque señalan que podría haber desabastecimiento de algunos bienes o se podrían aplicar consumos máximos por persona.

Lo anterior ya ha sucedido en anteriores escenarios de alta inflación en Argentina y ha implicado que una misma persona solo pueda compra cierta cantidad de un mismo producto.

Inflación y efectos en 2022

Eso sí, el país suramericano no ha sido el único que ha implementado un control de precios a los productos básicos.

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De acuerdo con Business Insider, este fenómeno se viene expandiendo nuevamente por parte de diversos gobiernos, que buscan mitigar la disparada inflación mundial.

Es el caso Hungría, cuyo primer ministro, Viktor Orban, anunció topes de precios a productos como harina, azúcar, aceite y carne, así como al servicio de energía.

A pesar de lo anterior, la inflación anual de esa nación alcanzó un 20,1 % a septiembre, es decir, 4,5 puntos porcentuales más que el mes anterior. Lo anterior se ha replicado en países como Egipto y Albania.

En todo caso, el efecto de un control de precios ha sido similar en las naciones donde se ha aplicado: mayores precios y menor disponibilidad de algunos productos que dejan de ser rentables para los productores.

De acuerdo con el exministro de Agricultura, Andrés Valencia, congelar la canasta básica es una “muy mala idea”.

“Afecta la rentabilidad de los productores del agro, pues sus costos seguirán creciendo y en el mediano plazo afectará la oferta de alimentos en