Los detalles, así como el tiempo que duró el narco recorriendo su residencia de dos pisos cuando estuvo amoblada, las reveló su viuda, Victoria Eugenia Henao, en su libro ‘Mi vida y mi cárcel con Pablo Escobar’, donde también contó historias personales, como un aborto que tuvo por culpa de su marido y las varias amantes de él.

‘Tata’, como también es conocida la mujer, aseguró que el ‘penthouse’, “de cerca de 1500 metros de área”, tenía hasta piscina, “la primera construida en un piso alto en Medellín”.

En el primer piso de la vivienda, según su relato, había dos terrazas, una con “un comedor para ocho personas” y la otra con “una sala en cuero”.

Pablo Escobar, narcotraficante, y Wendy Chavarriaga.

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Asimismo, dijo la viuda de Pablo Escobar, el lugar contaba con una cocina que tenía “un comedor auxiliar”, el tercero de la residencia, pues también había “un comedor principal”.

Un gimnasio, “dotado con modernas máquinas”, una biblioteca y una sala principal, con “un sofá modular para 30 personas”, eran los otros espacios de la primera planta, dijo Henao.

Por su parte, el segundo piso, contó ‘Tata’, lo habían dividido para cuatro habitaciones: la principal, que tenía “una terraza cerrada con una mesa de desayuno”; las dos de sus hijos, Manuela y Juan Pablo (hoy Sebastián Marroquín); y la de los huéspedes, que describió como “espaciosa”.

Pablo Escobar

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Todos esos espacios, así como los ‘hall’ y baños, que no detalló cuántos eran, pues solo se refirió al del cuarto de su hijo, estaban decorados con costosas esculturas, figuras precolombinas de oro (puestas en su habitación) y obras de artes de artistas como Auguste Rodín, Picasso, Alejandro Obregón, Salvador Dalí, Fernando Botero, Édgar Negret, Enrique Grau, Alberto Iriarte, Édgar Degas y Francisco Antonio Cano, entre otros.

Y, aunque mencionó cada cuadro o escultura que tuvo en su ‘Penthouse’ y en la fachada del edificio Mónaco, Victoria Eugenia Henao no reveló el costo de todos, pero sí lo hizo con un par, de los más caros y preciados para ella, para que los lectores se hicieran una idea de lo valiosa que era su “carrera frenética” por tener su propia colección, y no solo en esa residencia.

La escultura de la entrada del famoso edificio, que desapareció en una implosión el año pasado, fue denominada ‘La vida’ y le costó a la viuda de Pablo Escobar “20 millones de pesos, 310 mil dólares, en esa época” (en 2017, dijo ella, podría equivaler a “400 millones de pesos”). Por su parte, ‘Bacanal’, de Claudio Bravo, que ubicó en la sala principal, lo compró en una “ganga” de 140 mil dólares, aseguró.

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Cabe mencionar que varias de esas obras y otros lujos del ‘penthouse’ quedaron destruidos por el carro bomba que, el 13 de enero de 1988, activó el cartel de Cali en contra de Pablo Escobar, que en ese momento no estaba en el edificio Mónaco (sobre el que crearon un misterio), pero sí su esposa e hijos. Sin embargo, la viuda alcanzó a recuperar parte de su colección y otras costosas cosas de allí gracias a la ayuda de su hermana, a la que, sin saber cómo, el Ejército dejó entrar sin autorización, se lee en el libro.

Pese a dar detalles específicos sobre cómo era por dentro su lujosa residencia en el edificio Mónaco —que llamó así porque tras conocer el principado de Mónaco había quedado fascinada “con su majestuosidad”—, Victoria Eugenia Henao no suele mostrar muchas fotos del lugar en sus redes.

Aquí dejamos un par de tomas que se encuentran en su cuenta de Instagram; no muestran mucho del ‘penthouse’, pero sí dos de las costosas esculturas que tuvo en el edificio Mónaco.