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El presidente de Asobancaria, Jonathan Malagón, advirtió que, en promedio, un colombiano está destinando el 30% de sus ingresos, o dicho de otra forma, $ 30 de cada $ 100, a honrar obligaciones financieras. “Uno puede decir ‘es un nivel alto’; por lo general los analistas dicen que este nivel, cuando se acerca al 40 %, es muy preocupante, y que cuando está en 30 % es razonable; hay quienes dicen que los colombianos están sobreendeudados (…)”.
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¿Y cuál es la visión del gremio? Plantea, por ejemplo, que el boom de los últimos años en compra de vivienda ha hecho que parte del gasto que tenían las familias en arriendo se haya trasladado a una hipoteca. “No es que haya una mayor presión, sino que hay una sustitución del pago del arriendo por el pago de una hipoteca, eso hace parecer que subió la presión financiera, pero al final del día son gastos más o menos equivalentes”, dijo su presidente.
Aunque admitió que el nivel de endeudamiento actual debe ser monitoreado, Malagón sostuvo que en general los colombianos están pagando de manera oportuna sus deudas; no obstante, en el crédito de consumo hay cierta precaución debido a un llamativo deterioro en la calidad de la cartera.
Según Asobancaria, la cartera vencida en el país actualmente está por debajo del 4,5 %, un nivel incluso menor al del periodo prepandemia. En productos como el hipotecario muestra indicadores inferiores al 3 %, mientras que en consumo se está acercando al 7 %, confirmando que se han visto más personas “mala paga” que sacaron prestado para financiar electrodomésticos o viajes.
De acuerdo con la Superintendencia Financiera, al cierre del primer trimestre, el saldo bruto de la cartera ascendió a $ 673,9 billones; la cartera comercial, particularmente, se desaceleró y creció 1,3 % frente a marzo de 2022, pero de todos modos completó 17 meses en terreno positivo.
Entre tanto, la cartera vencida alcanzó $ 29 billones y en comparación con febrero de este año se reportó un aumento de dicho saldo por $ 1,4 billones.
Ahora, respecto a igual periodo de 2022 el saldo en rojo subió a una tasa de 12 % real anual, “ante el aporte positivo de la modalidad consumo que creció 51,1 % anual, en contraste, las modalidades de vivienda, comercial y microcrédito continúan reportando tasas de crecimiento negativas de 12,2 %, 11,1 % y 0,6 %, en su orden”, reportó la Superfinanciera.
Más allá de esa preocupación, el líder de Asobancaria destacó los recientes indicadores de la Banca de las Oportunidades sobre inclusión financiera en el país, pues el 92,3 % de los colombianos ya tiene un producto de esta clase.
“Tenemos niveles muy interesantes de bancarización hoy en día. Cada minuto se hacen 27.000 transacciones, una cifra impresionante, y cada tres segundos se entrega un crédito”, dijo Malagón, y agregó que esto ha supuesto retos como los ciberataques; cada segundo el sector sufre 42, aunque el 99,9 % de las transacciones no percibe ninguna afectación.
En ese entendido, la Asobancaria y la Registraduría anunciaron el inicio de las primeras pruebas piloto de reconocimiento facial para verificar la identidad de clientes del sistema financiero en diferentes ciudades del país.
El proyecto iniciará con Tuya, pero luego se extenderá a 10 bancos en total, en un momento en el que 80 % de las transacciones se hacen de forma digital.
“En cualquier lado de Colombia se encuentra un celular, un teléfono inteligente y por eso de manera audaz e inédita, la Registraduría ha querido dar un paso, que tendremos en Colombia y que no existe en América Latina, y es que el proceso de autenticación ya no se haga a través de la huella, sino también de manera facial”, dijo Malagón.
Ahora, al hablar sobre las tasas de interés, el presidente de Asobancaria vaticinó que si baja la inflación podría extenderse la ola de reducción de tasas a préstamos de libranzas, libre inversión y vehículos. Esto, recordando las medidas especiales adoptadas por los bancos en esta dirección, principalmente en tarjetas de crédito.
Al respecto, Juan Carlos Mora, presidente de Bancolombia, mencionó que “lo que debería suceder es que, con la inflación bajando, las tasas deberían bajar, pero porque la postura de la política monetaria va a cambiar. Lo que sí creo es que la transmisión de esas tasas a los clientes probablemente será más rápida de lo que ha sido en el pasado (….)”.
Sobre el tema, el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, defendió los fuertes aumentos de la tasa de interés que empezaron en la segunda mitad de 2021 y hoy la tienen ese indicador en el 13,25 %.
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Aunque impopular y dolorosa, dijo, esta determinación empezó a surtir efecto desde finales de 2022 sobre el crédito, la demanda agregada y las importaciones, entre otros, y paso a paso haría que el encarecimiento de los precios converja hacia el 3 % en 2024, que es, finalmente, la meta de inflación del Emisor.
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