Mucho se ha hablado de la diferencia abismal que hay en cuanto a salarios, premios y recursos que se destinan al fútbol masculino con respecto al femenino a nivel global.

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A pesar de que las mujeres se han ganado a pulso un lugar importante en el balompié mundial, aún se les sigue mirando con desdén.

Pese a las declaraciones emitidas por dirigentes del fútbol español en donde manifiestan que van a encaminar los esfuerzos para apoyar más al fútbol femenino, su accionar demuestra todo lo contrario.

En la final de la Supercopa de España femenina, entre Barcelona y la Real Sociedad disputada en Mérida, las jugadoras del conjunto culé vencieron 0-3 a su rival, coronándose campeonas del certamen.

En la premiación pasó algo increíble; a las mismas futbolistas les tocó ponerse la medalla entre ellas, pues la organización no envió a ningún delegado para que les entregara los premios y optaron por ponerlos en una mesa, que se encontraba fuera de la cancha.

Ejemplos de ecuanimidad hay pocos en el mundo; uno de ellos es el caso de la Federación Galesa de Fútbol, quien anunció en los primeros días de enero que llegó a un acuerdo para equilibrar los salarios entre los hombres y mujeres, sumándose a la iniciativa ya conocida de la Selección estadounidense en la que llegaron a un acuerdo con las mismas partes.

Aunque cada vez se busca acortar las brechas entre ambas ramas, sigue habiendo actos de discriminación como el del fútbol de España.

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Todo lo contrario sucedió en la rama masculina, en la que la Federación Española decidió realizar la final de la Supercopa entre Barcelona y Real Madrid en Arabia Saudita con una ceremonia por lo alto, en donde se llevaron a cabo todos los protocolos tradicionales.

En la final femenina, Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, RFEF, no salió del palco del estadio Romano José Fouto, para entregarle las medallas a las campeonas y subcampeonas de la final, solo entregó desde allí el trofeo a Marta Torrejón, capitana azulgrana, pero sí se le vio en Riad participando en la entrega de medallas en la Supercopa masculina.

La Asociación Femenina de Futbol Español emitió un comunicado tras los hechos ocurridos en Mérida y enfatizaron que “las futbolistas del FC Barcelona y la Real Sociedad fueron menospreciadas e infravaloradas por la RFEF”.

Mediante el mismo recurso, la RFEF salió a explicar lo sucedido.

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“El departamento de Protocolo decidió activar la ceremonia de entrega en el palco de la misma manera que se lleva cabo en la Copa del Rey: entrega de la Copa a la capitana del equipo campeón y entrega de medallas al equipo vencedor en césped/vestuario. Se trata de la misma ceremonia de premiación que se llevó a cabo en la última edición de la Supercopa Femenina en 2022”, reza el escrito.

Si bien en la Supercopa femenina no hubo entrega de medallas por protocolo de covid-19, la Federación se escudó en lo llevado a cabo en otras finales como en la Copa de la Reina 2022 celebrada en Alcorcón, donde a las jugadoras les tocó ir hasta el palco por las medallas.