Sandra Lorena Arenas ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos para Colombia, que se convirtió en la quinta presea que obtuvo el país en Tokio 2020.

La deportista, que consolidó una trayectoria de más de 12 años en esta disciplina con este logro, nació el 17 de septiembre de 1993 en Pereira (ver mapa).

Padres de Sandra Lorena Arenas

La deportista es hija de José Otoniel Arenas y María Rudy Campuzano, personas humildes que son originarios de Manzanares (Caldas) y que también son padres de José, Julián Andrés y Diana.

Los padres de Sandra Lorena Arenas viajaron por primera vez al extranjero para verla competir en Lima en 2019, de acuerdo con Radio Nacional, que añadió que eso fue durante los Juegos Panamericanos.

La atleta, que se crió en la vida del campo junto con sus hermanos, es una hija orgullosa que ha compartido múltiples postales con sus progenitores en sus redes sociales:

Su mascota y los animales

Sandra Lorena Arenas es dueña de un perro que fue adoptado, al que llamó Hachiko. Junto a él ha publicado varios momentos en su Instagram, donde tiene más de 7.440 seguidores.

Aun así, también le gusta compartir de cerca con otros animales, a los que les muestra su ternura y con los que establece una cercanía y respeto. Estas son algunas de esas postales.

Sus viajes por el mundo

La atleta pereirana de 27 años ha tenido la posibilidad de disfrutar como turista en múltiples lugares a nivel internacional gracias a las competencias en marcha.

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Gracias a eso, ha podido publicar múltiples momentos en los que proyecta su lado más humano, por fuera de la vida como deportista que la ha llevado al reconocimiento.

Estas son algunas de esas imágenes:

 

El carro de Sandra Lorena Arenas

La deportista publicó en sus redes sociales una camioneta que estrenó el 28 de julio de 2020, cuando compartió un video y varias fotos del vehículo de lujo.

“Mi gente bella quiero contarles que aquí está otro sueño que tenía por cumplir hace muchos años, que desde el primer momento en que la vi me enamoré de ella trabaje muchos años muy duro para tenerla y ahora es una realidad. Con esto les quiero decir que no hay sueño imposible por grande que sea desde que todos los días se trabaje por ello”, afirmó.

Varias personas la elogiaron por su adquisición e, incluso, Caterine Ibargüen se mostró muy feliz y hasta le pidió prestado su nuevo carro, en medio de la confianza que ambas se tienen.