El gol tenía una repercusión enorme no solo en el partido, pues Bolivia ganó al final de cuentas, sino en el desenlace de la primera fase del torneo, pues eliminaba a los del altiplano y clasificaba a Uruguay.

Inmediatamente los jugadores bolivianos se le fueron encima a Gallo, reclamándole por no haber dado por terminado el encuentro pese a que el tiempo estaba casi cumplido. Los reclamos llevaron a que incluso el colombiano tuviera que ser retirado de la cancha del estadio Centenario de Armenia acompañado por la policía.

Arturo Reyes, técnico de la Selección Colombia Sub 23.

Artículo relacionado

Uruguay clasificó de milagro y completó cuadrangular final del Preolímpico

La cuenta de Twitter Var Central, que hace análisis arbitral, publicó un video del forcejeo que se armó después entre jugadores y hasta un miembro del cuerpo técnico boliviano, en el que se alcanza a ver al menos una tarjeta roja a un jugador por un insulto de grueso calibre:

¿Tenían razón los bolivianos en protestar? Esa misma cuenta dice que “se entiende la calentura”, pero explicó que la decisión de Gallo fue legítima. Aunque reglamentariamente lo único por lo que no se puede dar por terminado un partido con tiempo cumplido es un tiro penal, es potestad del árbitro dejar o no que otras acciones, como el tiro de esquina que estaba sobre el tiempo, por lo que fue simplemente una decisión que estaba facultado a tomar.

La otra cara de la moneda fue la de la delegación uruguaya, que prácticamente alistaba maletas para volver a su país pero pudo volver a soñar con los Juegos Olímpicos con el gol: