En un juicio efectuado en el juzgado de instrucción número 27 de Barcelona, España, Piqué aceptó el castigo impuesto por delito contra la seguridad del tráfico.

Sin embargo, la multa pudo ser mayor, de no ser porque el magistrado Francisco Javier Paulí le redujo en un tercio la suma propuesta inicialmente por el ministerio fiscal, ya que en un principio el monto era de 72.000 euros (264 millones de pesos), a razón de 200 euros diarios durante 12 meses.

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La diligencia se llevó a cabo luego de que Pique asistiera al entrenamiento matutino del Barcelona.