Por condiciones climáticas, la organización del Tour de Francia cambió el recorrido de la última etapa competitiva de la carrera. El trazado para este sábado iba a ser de 130 kilómetros y tendría tres puertos de montaña, pero ahora es de 59 kilómetros, de los cuales 33 serán montañosos con el ascenso al puerto Val Thorens.

Ese puerto tiene una inclinación promedio del 5,5 %, que no es tan alto. Sin embargo, su exigencia está en la longitud del mismo, que sí puede desgastar bastante las piernas de los corredores que están luchando por el título y el podio de la carrera, sobre todo cuando ya tienen el cansancio de tres semanas de competencia exigentes.

Egan Bernal

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Lo que hace llevadero el ascenso al Val Thorens es que a lo largo de sus 33 kilómetros tiene cuatro sectores planos o de descenso, que les resultarán bastante agradables a los ciclistas del pelotón.

Sin duda alguna, el tramo más exigente de toda la montaña inicia a nueve kilómetros de la meta y termina a dos del final porque se juntan rampas de entre el 6 % y el 9 % de inclinación una tras otra. Allí es donde se endurecerá la carrera y donde Egan Bernal deberá resistir los ataques de sus rivales para confirmar su título del Tour de Francia.

La etapa empieza a las 7:30 a.m. hora colombiana. Los primeros 26 kilómetros son totalmente planos. Eso quiere decir que el ascenso al Val Thorens comenzará pasadas las 8:00 a.m. Este es el perfil del puerto de montaña que definirá la edición 106 de la competencia de ciclismo más importante del mundo:

Tour de Francia