Los seguidores de la carrera que madrugaron a seguir sus incidencias quedaron atónitos al ver que el Nairo Quintana se involucró desde los primeros kilómetros en la fuga de la etapa de este miércoles, que es llana y tiene una distancia alta: 220 kilómetros.
El corredor boyacense empezó la jornada en el sexto puesto de la clasificación general, a 7 minutos y 43 segundos del líder, Primoz Roglic. Al estar tan lejos de la pelea por el título, el pelotón dejó partir en la fuga al colombiano. Lo llamativo del grupo de escapados que se formó es que allí también se involucraron Wilko Kelderman (octavo en la general) y James Knox (undécimo) junto a varios ciclistas que son de los mejores del mundo en fugas y que podrían poner en aprietos al pelotón de los favoritos.
¿A qué jugó el Movistar poniendo a Nairo en la fuga del día? Con esa situación, la escuadra telefónica obligó al equipo Jumbo Visma, de Roglic, y al Astana, de Miguel Ángel López, a trabajar a fondo durante toda la etapa para que el grupo en el que va Quintana no se alejara mucho.
Nairo trabajó bastante en la fuga, con la ayuda de otros equipos especialistas en ello. La labor de la escapada fue tan perfecta que el colombiano y muchos de sus compañeros de fuga cruzaron la meta con 5 minutos y 19 segundos de ventaja respecto al pelotón de favoritos.
Ese tiempo le permitió a Nairo ascender al segundo lugar de la clasificación general y quedar a 2 minutos y 24 segundos del líder, el esloveno Primoz Roglic.
La de este miércoles no fue más que una estrategia del equipo de Nairo para desgastar lo más que pueda a sus rivales en una etapa que podría ser muy tranquila. Si el colombiano no estuviera en la fuga, el pelotón se limitaría a descansar este miércoles y guardar energías para las últimas etapas de montaña de la carrera.
Ahora la gran incertidumbre está en la posibilidad de que Quintana pague el esfuerzo tan alto que hizo este miércoles en las próximas tres etapas de montaña en las que se definirá el título.
LO ÚLTIMO
.svg)
