Jean-Pierre Adams falleció este lunes a los 73 años en el Hospital Universitario de Nîmes (Francia), informó el diario francés L’Equipe.

Adams, nacido en Senegal en 1948, apodado como ‘La Roca Negra’, llegó en 1958 a Francia, donde 12 años después comenzó su carrera como futbolista profesional. Militó tres años en el Olimpique de Nîmes (1970-73) y cuatro en el Niza (1973-77) antes de dar el gran salto de su carrera: el fichaje por el PSG, donde jugó 2 temporadas (1977-79).

El conjunto parisino, en un comunicado, dijo que “este lunes, 6 de septiembre, el PSG perdió a una de sus mayores glorias”. Y agregó que la “alegría de vivir, el carisma y la experiencia de Adams imponen respeto”.

En lo que se refiere a la selección francesa, además de acumular 22 internacionalidades entre 1972 y 1976, el defensor será recordado por su asociación con Maurius Trésor, con el que formó una pareja de centrales conocida como ‘La Guardia Negra’.

Un error de anestesia el 17 de marzo de 1982 ーen su intervención por una rotura de ligamento de una rodillaー le dejó en estado vegetativo y truncó la vida del futbolista, que entró en un coma profundo del que no consiguió salir y que, casi cuatro décadas después, le provocó la muerte.

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BBC Mundo recuerda que el día de la intervención quirúrgica muchos miembros del personal del hospital de Lyon estaban en huelga, sin embargo la operación se llevó a cabo.

La única anestesista que estaba de turno tuvo que atender sola hasta 8 pacientes, junto a un aprendiz, y por ello fue que se cometió el error que terminó con la vida de Jean-Pierre Adams.

“No estaba a la altura de la tarea que me encomendaron”, reconoció el aprendiz. La dosis incorrecta de la anestesia provocó en el futbolista un paro cardíaco y daño cerebral, detalla el mismo medio.

El caso pasó a la justicia y fue hasta 1990, 8 años después del suceso, que la anestesista y el aprendiz fueron castigados con un mes de suspensión de sus labores y una multa de 750 euros.

Luego de 15 meses de estar en el hospital, el francés fue dado de alta y desde entonces fue atendido en su casa en la ciudad de Nimes por su esposa, Bernadette.

Durante los 39 años, la mujer estuvo pendiente durante todo el tiempo de él y nunca se le pasó por la cabeza desconectarlo del aparato que lo mantenía con vida.

Las enfermeras que cuidaban a Jean-Pierre Adams informaban de leves cambios de humor en las raras ocasiones en que Bernadette se ausentaba por una noche o dos, finaliza BBC Mundo.