Diego Fernando Robayo y María Paula Duque fueron los hinchas del Deportes Tolima que murieron arrollados por un tráiler en la vía Juliaca-Arequipa, en Perú.

Los  padres  de los dos ibaguereños tocan puertas de diferentes entes y piden la solidaridad de las personas para poder traer los cuerpos de los jóvenes, quienes se conocieron en el estadio Maracaná (Brasil), y en medio de la travesía se hicieron novios.

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Viajó en junio

Diego Fernando Robayo Arias tenía 28 años y vivía en el barrio La Cima junto con sus familiares. Ayudaba a su papá en labores de construcción. A pesar de que el joven pasaba por momentos difíciles, el pasado 4 de julio viajó a Brasil y logró entrar al estadio Maracaná para ver jugar al equipo de sus amores ante el Flamengo.

Stella Arias, madre de Diego, dijo que su hijo, el mayor de tres hermanos, había salido de la ciudad para acompañar al equipo vinotinto.

“Estaba muy feliz porque decía que ‘guerreando’ había podido llegar allá y había visto el partido, pero que había llorado mucho porque habían perdido. Y que los buenos hinchas pasaban por eso”, explicó la madre de Robayo.

La mujer agregó que Diego todos los días le hacía videollamadas y decidió quedarse unos días para conocer Río de Janeiro y otros lugares. Feliz le mostraba los sitios que había conocido.

“Luego me contó que había conocido a María Paula, se hicieron novios. Ellos ya venían y el último audio me lo envió el domingo como a las 7:30 de la noche, me dijo: “Mamita, ya voy, quiero llegar a la casa pronto, voy en un pueblo llegando a Perú, en un bus. Quiero llevarle unas cosas a mis niños (sobrinos)”. 

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El accidente

Según Stella, supo por terceras personas y los medios de comunicación del Perú, que su hijo “tuvo el accidente tipo 1 de la mañana (martes); iban por una parte, como una variante, donde era muy oscuro, no había luz, ni cámaras y ellos tuvieron como una riña callejera, lo hirieron (a Diego) con un arma cortopunzante, que no era mortal. Pasó un carro y los arrolló a los dos”.

Se conoció que debido al impacto, la joven sufrió aplastamiento en gran parte de su cuerpo. El vehículo que los atropelló huyó del lugar.

Algunos medios de comunicación en Perú señalaron que su nombre era Andrés Felipe Robayo Arias, pero eso sucedió porque Diego llevaba un documento con el nombre de su hermano, de ahí la confusión.

 

Las dos familias, unidas por la tragedia, buscan apoyo de los entes gubernamentales y las demás personas. Foto: Redacción Q’hubo.

Dejó una hija

Paula Andrea Duque Castiblanco tenía 18 años. Vivía con su madrea María Nubia Duque Castiblanco y su hija de cuatro años de edad, quien está en condición de discapacidad.

“Mi hija se fue terminando abril y empezando mayo a pasear y conocer, a ver los dos partidos del Deportes Tolima, (contra Atlético Mineiro y Flamengo en Brasil). Incluso allá, no sé qué pasaría, le quitaron los papeles, la cédula y todo.  Entonces ella quedó indocumentada, aquí por Internet, con la Policía, hice el denuncio para que ella se pudiera transportar”, dijo María Nubia.

La mujer agregó que su hija viajó junto con varios conocidos de barrios vecinos y otros hinchas del Deportes Tolima.

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La última vez que habló con Paula fue el lunes, cuando le dijo que iba llegando a Lima (Perú) y le iba a comprar ropa a la niña y regresaba al país.

Según María Nubia, que se dedica a vender fritanga en el barrio Galán de Ibagué, muy cerca del barrio Cerro Gordo, donde vive, se enteró de la trágica noticia el martes hacia el mediodía, cuando llevó a su nieta a una cita de pediatría.

La niña que dejó su hija tiene una condición de discapacidad en la cabeza y el síndrome de Apert, una enfermedad genética en la cual las suturas entre los huesos del cráneo se cierran más temprano de lo normal. Esto afecta la forma de la cabeza y el rostro. Los niños con el síndrome de Apert a menudo también tienen deformidades en las manos y en los pies.

 

Las dos progenitoras se fundieron en un abrazo cuando se conocieron. Foto: Redacción Q’hubo.

Para poder costear su viaje, los jóvenes se dedicaban a diferentes labores en Brasil y los países que visitaban: lavaban carros, cargaban varillas y hacían otros oficios con los cuales se quedaban en hoteles, mientras conocían.

Las ayudas

Sandra Robayo, prima de Diego Fernando Robayo Arias, dijo que han tocado diferentes puertas para poder repatriar el cuerpo de su familiar y darle el último adiós en Ibagué, pues lo mínimo que les cobran por traer el cuerpo del joven es 15 millones de pesos.

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Añadió la mujer, que quienes deseen colaborarles pueden acercarse en el barrio 7 de Agosto, en la calle 14 A – 29, donde su abuela Leonilde Pareja, y hacer una donación a la cuenta Nequi 3224789959, de su familiar Ester.

Por su parte, María Nubia agregó que quienes deseen colaborar pueden llamar a la línea celular 3142238673 y consignar a la cuenta Nequi: 3133081942, de su hermana Yane.