El campeonato era de carácter solidario, no tuvo controles de bioseguridad y fue abierto para el público, igual que la fiesta, en la que no se respetó ninguna medida de prevención.
“Nuestro torneo pretendía dirigir todos los fondos recaudados hacia las personas necesitadas, lo organizamos en el momento en que el virus se debilitó, creyendo que se habían cumplido las condiciones”, explicó inicialmente en su página web.
Y reconoció que subestimó la situación: “Infortunadamente, este virus todavía está presente, y es una nueva realidad que todavía estamos aprendiendo a enfrentar y vivir”.
Posteriormente tuvo palabras para los afectados, entre los que se encuentran su mujer, su preparador físico, los jugadores Viktor Troicki, Borna Coric y Grigor Dimitrov, y la esposa de Troicki.
“Lamento muchísimo cada caso individual de infección. Espero que no complique la situación de salud de nadie y que todos estén bien”, concluyó.
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