Mathieu van Poel no ha tenido la mejor de las temporadas, tras demostrar en años anteriores que hace parte de esa raza de nuevos campeones que no tiene temor a ser agresivo en carrera. Pero en septiembre, el ciclista esperaba darle la vuelta a su mala racha con una buena preparación y disputa del Mundial de Ruta.

Llegó a la ciudad de Wollongong, Australia, como uno de los máximos favoritos para llevarse la victoria, pero la noche anterior a la prueba ocurrió algo que nadie se esperaba.

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“Me acosté temprano y en el pasillo de mi habitación empezaron a tocar la puerta continuamente. (…) Después de un par de veces terminé con eso. No pedí tan amablemente que se detuvieran. Luego llamaron a la policía y me llevaron”. El ciclista confirmó de esa manera que había sido arrestado en la noche del sábado en Sidney, lugar de concentración de la Selección de Países Bajos, y lo hizo ante los micrófonos de la prensa que estaba agolpada en la salida de la prueba de ruta.

El neerlandés tomó la partida, aunque en esas entrevistas también admitió que no logró regresar a su habitación sino hasta las 4 de la mañana por estar resolviendo la situación. Sorprendentemente, después de 20 kilómetros recorridos, se retiró de la competencia.

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La Policía australiana confirmó a través de un comunicado que Mathieu van der Poel se vio envuelto en una disputa verbal con dos adolescentes, de 13 y 14 años. “Se alega que Van der Poel empujó a las dos niñas. Una de ellas cayó al suelo, la otra adolescente fue empujada contra la pared y tenía una pequeña herida en el codo”, reza el pronunciamiento.

En el procedimiento en que fue llevado a comisaría se le retiró su pasaporte y se le advirtió que debía permanecer en el país para comparecer ante un tribunal el martes 27 de septiembre. El abogado del ciclista intercedió y solicitó que la audiencia se llevara a cabo lo más pronto posible, debido a que ya estaba programado el vuelo de regreso a Europa para antes de la fecha advertida.

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La cita se llevó a cabo en las últimas horas y el juez determinó que Mathieu van der Poel actuó de manera desproporcionada a la acción de las adolescentes, y que el hecho de que él tuviera por delante una importante carrera no era un atenuante. Finalmente, se fijó una multa de 500 euros por empujar a una de las niñas y de 1000 euros por empujar a la otra (la que salió lastimada en su codo).

El abogado de Van de Poel comunicó que espera presentar la apelación y que su cliente sea absuelto. El deportista no se ha vuelto a manifestar oficialmente y ya se dirige de regreso al viejo continente.

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