Quienes le dijeron no a la final del fútbol americano se solidarizaron con la lucha que en 2016 inició Colin Kaepernick, exmariscal de campo de San Francisco y quien se arrodilló durante el himno estadounidense para denunciar la brutalidad policial contra los negros, gesto seguido por varios jugadores de ahí en adelante.
Es por ello que se multiplicaron los llamados a un boicot de la final con un pedido para que los integrantes de Maroon 5 también se arrodillen y apoyen a Kaepernick, apartado de la liga tras sus acciones y que presentó una demanda con más de 110.000 firmas.
Para Vic Oyedeji, quien lanzó la petición, el boicot es la única forma de hacer que la NFL avance en estos temas que dividen a los estadounidenses.
Los raperos negros Travis Scott y Big Boi se unieron a Maroon 5, con lo que la NFL, organizador del evento, espera aliviar la controversia. Sobre todo porque la final se juega este año en Atlanta, una ciudad con una mayoría negra y capital del hip hop.
La NFL también reclutó a la leyenda del soul Gladys Knight para cantar el himno antes del inicio, con la esperanza de ayudar a calmar los ánimos.
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