Nació en Cali el 1 de abril de 1991, aunque su familia es del Cauca. En su niñez pasó mucho tiempo en la vereda el Tetillo Tamboral de Padilla para visitar a sus abuelos y allí compartió con Cristian Zapata, el defensor que también lleva muchos años en la Serie A.

Por algún lado del árbol genealógico son primos así como con Yerry Mina. La caña de azúcar es lo que más se veía en la región, pero Luis Oliver Zapata y Elfa Cely Banguero, los padres de Duván, se marcharon a Cali para buscar un mejor futuro.

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Jugando en potreros y calles su mamá creyó en su talento y constantemente buscaba que le dieran una oportunidad. Sophía Gómez hizo una crónica del delantero para la Revista Semana y contó como Doña Elfa lo llevó a los 11 años a presentar las pruebas en el América de Cali y por supuesto su gran estatura llamó la atención.

Los abuelos de Duván eran hinchas de ‘la mechita’ al igual que sus papás y este equipo siempre fue su primera opción, a diferencia de Cristian Zapata que se visitó con la camiseta verdiblanca del Deportivo Cali.

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Luis Oliver y Elfa Cely hacían un gran esfuerzo para poder salir de sus trabajos y llevarlo al entrenamiento algunos días. Duván estaba iniciando el bachillerato y su rendimiento académico bajó hasta perder tres logros, algo que nunca había pasado con el joven talentoso.

La decisión del papá fue sacarlo de las divisiones menores del América, luego de tanto esfuerzo por entrar y haber superado a cientos de jugadores que se presentan. Duván rápidamente recuperó los logros, pero cuando volvió a tocar las puertas del América ya estaban cerradas.

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Debió esperar hasta la siguiente convocatoria y con 12 años entró definitivamente al América de Cali. Esa lección le quedó de por vida para su disciplina y tener tiempo no solo para el fútbol, sino para otras cosas. En 2008 lo puso a debutar Diego Umaña para cumplir con la norma Sub 20 que estaba vigente en la Dimayor. Uno de los momentos más difíciles de su vida lo vivió en junio cuando estaba concentrado con la Selección Sub 20 que iba a disputar el Mundial en un año.

Doña Elfa Cely tenía una pancreatitis y estaba pendiente de un procedimiento quirúrgico. Las cosas no salieron bien en la cirugía y a Duván lo llamaron de emergencia a su casa. El tío le dio la noticia y su reacción fue inexpresiva, aunque con un gran dolor interno. Su mamá no lo pudo ver en el Mundial Sub 20, tampoco vio sus goles en Argentina ni cuando el Napoli, donde jugó Diego Armando Maradona, lo fichó en 2013. Tal vez el mayor orgullo habría sido decir que su hijo vestía la camiseta de la Selección Colombia, pero de pronto para Elfa Cely Banguero verlo debutar con su ‘mechita’ ya era suficiente.

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