De acuerdo con varios medios internacionales, entre ellos el portal 20 Minutos, el dueño del equipo de Rumanía, por el que pasó el colombiano Dayro Moreno, aseguró que su decisión está (supuestamente) apoyada por la ciencia.

A pesar de que la Organización Mundial de Salud (OMS) ha dicho en varias oportunidades que a largo plazo la vacuna contra el COVID-19 no deja efectos secundarios, el propietario del Steaua dice que sí y por ello, de ahora en adelante, los jugadores que se hayan vacunado no podrán jugar en su equipo.

“Te vas a reír, pero puede que tenga razón. Los vacunados pierden fuerza. Eso es algo científico”, aseguró Gigi Becali a un medio local.

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“Con el Rapid, parecía que los jugadores fueran a desmayarse. Todas las personas vacunadas pierden la fuerza. Yo también lo veo en los míos. No afecta a algunos, pero sí a los mayores”, agregó, citado por 20 Minutos.

Las polémicas declaraciones del dueño del Steaua de Bucarest se viralizaron en toda Rumanía, tanto así que el gobierno tuvo que salir a contradecir las palabras de Becali.

“Desde un punto de vista médico y científico, no existen estudios que avalen una singularidad como la que recientemente se promocionó. La vacunación no afecta al rendimiento de los futbolistas, escribió la página oficial de Facebook de la plataforma nacional de información del gobierno rumano.

“En cambio, hay suficientes estudios que demuestran que pasar por la infección por COVID-19 deja secuelas a largo plazo y estas pueden influir en el rendimiento de futbolistas”, finalizaron las autoridades del país europeo.