El también expresidente de la Dimayor, indicó que como lleva tantos años en el mundo del fútbol, tiene claro que “el tema de la boletería es cíclico” y por eso cambiaron de prioridades cuando pensaron en los partidos que la Selección tendría de local durante las eliminatorias al Mundial de Rusia, según audios difundidos por El Tiempo:

“Nosotros pensábamos: si bien acabamos de hacer un exitoso Mundial [en Brasil], no podemos garantizar que la Selección iba a estar en un nivel óptimo para saber que íbamos a tener estadios llenos durante los nueve partidos de eliminatoria, sea cual fuere el sistema de eliminatoria. Dentro de ese orden de ideas, consideramos que era mejor asegurar un dinero fijo y nos olvidábamos, entre comillas, de si la Selección funcionaba o no funcionaba”.

Jesurún explicó su afirmación, y confirmó que lo han hecho durante varias eliminatorias:

“¿A qué voy? Si Nosotros perdíamos 2 o 3 partidos como ha pasado en eliminatorias de antaño, donde la Selección no caminaba, pues el fracaso económico iba a ser muy alto. Aquí, nosotros, con el sistema que había sido relativamente exitoso en las dos eliminatorias anteriores, nosotros insistíamos en que lo mejor era vender toda la boletería de una sola vez a un solo proponente”.

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“La reventa habría dejado réditos por 17.000 millones de pesos. En el partido entre Colombia y Brasil, en septiembre del 2017, fueron revendidas 14.207 entradas con un sobrecosto del 150 por ciento, con lo que se ganaron 4.286 millones de pesos”, señala El Tiempo.

Cabe recordar que el superintendente Pablo Felipe Robledo señaló que Jesurún tuvo reuniones en las que decidía “dar la boletería reservada para el partido de Brasil a Ticket Ya para reventa”.

Sin embargo, no es la única confesión de directivos del fútbol colombiano y de TicketShop que evidencia el negocio irregular detrás de la venda de boletas.

También hay otros testimonios como el de Elías Yamjure, socio de TicketYa, que admitió que para uno de los partidos le dio “15.000 boletas a la Alcaldía y 5.000 a emisoras de Barranquilla”.

Otra de las confesiones es la de Álvaro González, presidente de la Difútbol, que indica que no era “ni reglamentario ni ético” el modelo con el que adjudicaron el contrato, que aparentemente era una licitación pública.

Sobre esa licitación, también se conoció que Ticket Shop ya tenía claro que se quedaría con el contrato, pues tenía información sobre las condiciones para adjudicarlo y sobre eso presentó su propuesta.

Por su parte, desde la empresa de boletería también entregaron más detalles de su acuerdo ilegal. El diario publicó otro audio en el que César Carreño, representante legal de TicketShop, habla del primer pago:

“Pecamos en dejarnos intimidar y dejarnos hacer esas solicitudes pero lo hicimos conscientes de lo que estábamos haciendo y del riesgo que estábamos corriendo”. Carreño enfatizó:

“Ellos nos llamaban y nos decían cuanto necesitaban exactamente por cada localidad de boletería. […] El acuerdo era que nosotros teníamos que darles parte de la boletería a ellos [TicketYa] para que la comercializaran, y teníamos claro que esa boletería ellos la iban a vender a un mayor precio. Ellos aludían que habían hecho una inversión antes del contrato de nosotros con la Federación”.

El diario también asegura que también investigan por este negocio irregular a Luis Bedoya, expresidente de la FCF, y si miente en sus testimonios en esta investigación, perderá los beneficios que le dio la justicia estadounidense por colaborar en el proceso judicial que se le sigue a los de la Conmebol.

Por otro lado, las autoridades también “rastrean un jugoso giro que recibió la Federación días antes de adjudicar el turbio contrato de las boletas. Y hay otro desembolso en la mira, de dos millones de dólares, que Adidas entregó en el 2011”, puntualiza el diario.