El insólito caso lo conoció el periódico La Villa tras encontrar que se adelanta una petición para que se elimine esa medida considerada por muchos como “retrógrada y medieval”. 

Los señalamientos apuntan directamente a un docente de educación física de apellido Bonilla, presunto responsable de decomisar los balones y llamar la atención a las estudiantes cuando las sorprende jugando.

Así le contó a La Villa una de las alumnas: “Un día llegué lastimada y al verme así el profesor se preocupó y me preguntó qué me había pasado, yo le comenté que fue por jugar microfútbol y él lo que me dijo fue que no debería jugar eso porque es un deporte para niños, para hombres”.

Lo más grave, es que esta situación se viene presentando desde hace varios años y hasta el momento no se han tomado medidas.

“En mi casa mi papá juega ‘micro’, la familia de él también y siempre me han apoyo en jugar, entonces eso que me dijo el profesor no entiendo porqué sí mi papá me apoya, entonces no le veo la complicación”, resaltó la joven.

Para ella, el fútbol es un deporte sin género que lo puede jugar tanto hombres como mujeres y, aunque esta idea parece lógica, lo cierto es que para el docente Bonilla no lo es.

Otra de las alumnas contó que ha sido testigo de cuando el profesor les decomisa los balones: “Las niñas dicen que es feo que no se pueda jugar dentro de la institución. A muchas chicas en mi salón les gusta jugar futbol y dicen que sería muy chévere que este año, así sea a finales, pudieran jugar futbol sin ningún problema”.

Agregó, además, que conoce compañeras a las que no les gusta jugar voleibol ni baloncesto, pero sí futbol: “Hay varios colegios en Ubaté que tienen equipo de baloncesto, de voleibol y de fútbol, pero aquí no, y pienso que las instalaciones se prestan para practicarlo”.

Al preguntarles si alguna vez han manifestado ese malestar al docente o al colegio, respondieron que el temor es mayor frente a expresar su inconformidad. “No porque siempre vamos a perder, es más el miedo de que haya consecuencias”.

Como ellas, son decenas de niñas en el Colegio Santa María que se sienten cohibidas y señaladas como “marimachas”. Nunca hemos visto que se permita jugar fútbol”, argumentaron.

La Villa se comunicó vía telefónica con el mencionado profesor, pero este señaló que no ha limitado ninguna práctica deportiva. “Yo no he prohibido a nadie nada”.

No obstante, al preguntarle sobre los testimonios de las alumnas que afirman lo contrario respondió que los señalamientos no son ciertos: “Eso es falso, cómo voy a prohibir algo que es mi trabajo, yo no he recogido balones”.

A su vez, sobre la razón por la que no se realizan campeonatos de fútbol, así como se organizan para voleibol y baloncesto, mencionó: “Nunca he dictado fútbol en el colegio, porque primero, no tengo los elementos; y segundo, no hay el espacio adecuado para dictar esa materia. Aquí trabajamos con lo que buenamente tenemos”.

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¿Qué responde el colegio? 

La Villa visitó las instalaciones del Colegio Santa María en Ubaté para conocer qué dicen con respecto a esta situación. Allí, la rectora (e), Mónica Orjuela, en conversación informal tras el saludo, manifestó que en el colegio no está prohibido jugar fútbol. Sin embargo, no amplió su comentario, ni accedió a responder las preguntas al momento que fue abordada.

Dos días más tarde, este medio fue notificado por el Colegio Santa María con un oficio cuyo asunto fue titulado: “procedimiento previo para la entrevista solicitada”. La misiva enlista seis puntos en el que el colegio solicita, entre otras cosas, “conocer la legitimación en la causa por parte del entrevistador” y también “puntualizar el tema a tratar en miras a que no se aborden varios temas en abstracto”.

Por lo anterior, y mientras se nos autoriza la entrevista, reiteramos que las preguntas a tratar apuntan a resolver por qué se presentan casos de represión por parte del señalado docente a las estudiantes del Colegio Santa María de Ubaté, que juegan fútbol dentro de la institución. ¿Existen normas que garanticen las libertades de libre desarrollo de las alumnas en temas deportivos? De ser así, ¿por qué no se hacen cumplir?, ¿cuántos años cumple el docente en esta institución?, ¿cuántos de esos años ha impuesto su voluntad sobre el colegio? y, ¿cuál es el mensaje que se transmite a las niñas con estos discursos?

La lucha contra el machismo 

Para Paula Fresneda, periodista deportiva que ha trabajado por más de siete años en medios de comunicación a nivel nacional, y que ha vivido las dificultades como mujer en el deporte, esta situación es preocupante indicando que el mensaje que se envía es errado, más en un proceso de formación. “No puede ser que a estas alturas todavía las mujeres suframos de discriminación porque se nos dice que no podemos practicar deportes que son de niños”, indicó la periodista.

Fresneda trae a colación el ejemplo del equipo femenino de Colombia que en este momento se encuentra participando en un suramericano sub 17 con niñas entre los 14 y 17 años. “Muchas de ellas ya son jugadoras profesionales de fútbol y seguramente algunas de ellas se forjaron en los colegios”, precisó.

Agrega que por esta situación se vulneran los derechos de las niñas enviando un mensaje erróneo. “Yo creo que el colegio debe tomar las riendas de esta situación y evaluar si de verdad eso es lo que quieren enseñarles a las niñas”.

Termina recordando que Colombia es uno de los países del mundo con más violencia contra la mujer. “Suficiente violencia ya sufren las mujeres en un país que todavía es demasiado machista como para que, a las niñas, en proceso de formación, se les esté diciendo que no pueden practicar un deporte como el fútbol porque es para hombres, esos discursos son los que los colegios deben analizar”, concluyó Fresneda.

Jorge Suárez Celis / LA VILLA