Hay quienes creen que no celebrar un gol es un irrespeto a su club actual, pero otros piensan todo lo contrario; que es un acto de respeto a su club anterior. Entre los primeros está Carlos Antonio Vélez, que este miércoles repitió sus críticas a quienes no celebran, esta vez contra el defensor antioqueño.

Pero primero, recordemos a qué se debió el gesto de Cadavid, quien salió del club capitalino en enero de este año. Estuvo en el fútbol argentino el primer semestre y regresó a Colombia para la segunda mitad del año para defender los colores del ‘poderoso’.

Su historia en Millonarios fue dulce, y salió por decisión técnica de Jorge Luis Pinto, pero dejando una buena imagen incluso entre la hinchada. De ahí que su gol, al minuto 28 del primer tiempo, pudiera tener un sabor agridulce para él. Con un certero cabezazo tras un tiro de esquina, tal como el que le marcó a Santa Fe en la final de 2017 vestido con la camiseta azul, el jugador puso el 1-0 parcial.

Aunque este miércoles gritó primero la anotación como desquitándose de varios meses de no poder figurar como lo hacía en Bogotá, después se acordó de su pasado y juntó las manos en el aire, como pidiendo perdón al equipo con el que fue campeón como capitán hace casi dos años:

En la transmisión del canal Win Sports el comentarista le reprochó su actitud, como siempre he hecho con casi todo aquel que no cante el gol a un exequipo. “A el le paga el Medellín, se debe al Medellín”, criticó Vélez. “No pida perdón, porque me imagino que cuando cobre, el 15 o 30, no va a pedir perdón”, agregó.

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Según él, “el que le paga es el Medellín”, por lo que tildó al jugador y su gesto de “tribunero” y “populachero”. “Los jugadores se deben a quien les paga. El gol de Cadavid lo tiene que cantar con su hinchada y con el equipo al que le cobre el 15 o el 30”, concluyó.

“No lo digo solamente por Cadavid. ¿Cuántas veces me han escuchado decir eso aquí? ¡Mil! Y si tengo que decirla mil más, la diré”

En redes sociales algunos comentaron el tema, generalmente rechazando las opiniones del periodista. Algunos, por ejemplo, destacaban que celebrar tampoco es un deber de los jugadores:

A nivel internacional un ejemplo de celebraciones calladas puede ser el polémico Mario Balotelli, que desde siempre ha dicho que no lo hace pues toma su labor como un trabajo y no siente la necesidad de hacerlo, aunque fue célebre uno de sus festejos con la selección italiana.

Estas fueron las declaraciones de Vélez: