Toda una tormenta mediática generó el comunicado de la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor), que expresó su postura acerca de la reinstalación de mallas de contención en los estadios en los que se disputan los torneos del FPC. Diferentes alcaldes del país expresaron su público rechazo a la iniciativa, entre ellos el de Ibagué, Andrés Hurtado, que dejó clara su forma de ver este asunto.

En su cuenta de Twitter, el burgomaestre denegó el llamado hecho por la Dimayor y confirmó que en el estadio Manuel Murillo Toro, que es la casa del Deportes Tolima, estas estructuras no volverán. Pese a que el 12 de febrero se vulneró la seguridad del escenario deportivo, con el ingreso al campo de juego de Alejandro Montenegro: hincha que agredió físicamente a Daniel Cataño, de Millonarios.

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“¡Cultura ciudadana! La fiesta del fútbol la podemos disfrutar en paz, siendo tolerantes y gozando una sana rivalidad entre seguidores. Volver a instalar mallas en los estadios, no es la solución”, dijo el mandatario local, con lo que sentó su posición sobre el particular. La cual ha contado con el apoyo de los aficionados del ‘Vinotinto y Oro’, habituales visitantes del ‘Coloso de la 37’.

De acuerdo con Hurtado, lo que sí se debe hacer, en equipo, “es implementar pedagogía, trabajando campañas de cultura ciudadana entre autoridades, clubes, hinchada y todos aquellos a quienes nos apasiona el fútbol”, indicó. Y es que desde el 2015, cuando se remodeló el estadio para los XX Juegos Deportivos Nacionales, las ‘jaulas’ fueron desmontadas por completo, en todas las localidades.

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Con esto, enfatizó el gobernante, se va “educando a las nuevas generaciones en cómo comportarnos al interior de los estadios y podemos mantener las fronteras abiertas entre ciudades, sin depender de restricciones por la falta de cultura de unos pocos”. Una visión que va en concordancia con alcaldes como el de Medellín, Daniel Quintero; o el de Cali, Jorge Iván Ospina.

“Poner vallas en el estadio es incrementar el riesgo de estampida. Medellín no acogerá la mala recomendación de la Dimayor. Si por seguridad el partido no se puede jugar, simplemente no se juega”, manifestó sobre el tema Quintero, quien abrió su Twitter para escuchar a los medellinenses sobre esta petición formal de Dimayor y vio en ella, así como en la ‘Tierra Firme’, un repudio general.

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La controversia se generó por el segundo punto del comunicado emitido este lunes por el ente rector, en el que se le pedía a las administraciones regionales la instalación de estas mallas, como estaban en casi todos los estadios del país antes del Mundial Sub-20 de la FIFA, en 2011. Lo cual fue visto como retroceso en el país futbolero, que lleva más de una década con el fútbol sin barreras.

“Hacer un llamado al Gobierno Nacional y a las administraciones locales, bajo los términos de la Ley 1270 de 2009 y el Decreto 1717 de 2010, para que se cumpla el mandato de contar con mallas de separación entre las tribunas y el terreno de juego”, expresó la Dimayor en esta misiva: en la que también habló de sanciones deportivas para los clubes que tengan nexos con barras bravas.

La exigencia está basada, según ello, “considerando los actos de violencia reiterada que afectan la integridad de las personas asistentes al estadio, así como la imposibilidad de controlar la conducta incorrecta de espectadores, a pesar de las sanciones establecidas en nuestro Código Único Disciplinario”. Lo que generó opiniones encontradas, entre quienes la apoyan y los que no.