Si bien es cierto que la mayoría de padres dice no aceptar el consumo de bebidas embriagantes en menores de edad, las cifras publicadas muestran una contradicción clara.

El 70 % de los jóvenes encuestados afirman que le han pedido alguna vez a un adulto que les compre licor. En promedio, alrededor de los 12 años es cuando prueban por primera vez el trago, aunque el 14 % aseguró hacerlo a los 10. La tendencia es mayor en los hombres (16 %) que en las mujeres (12 %).

¿Por qué ocurre esto? El estudio indica que el 66 % de los menores de edad colombianos considera “fácil o muy fácil” conseguir alcohol y más de la mitad de los encuestados (54 %) consumen bebidas embriagantes en reuniones caseras. Más del 90 % admite que han estado en fiestas donde les sirven alcohol.

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Los departamentos donde más se presenta este fenómeno son: Caldas, Risaralda, Antioquia y Boyacá. En cuanto a ciudades específicas, la mayoría de casos se dan -en ese orden- en Bogotá, Medellín, Tunja, Cali y Bucaramanga.

Ahora que se acerca el Día del Padre, es importante saber la importancia que tiene la figura paterna dentro del desarrollo de los adolescentes y el ejemplo que dan. Estas cifras deben ser un llamado de atención a los padres para que estén más informados y sensibles sobre los riesgos y consecuencias del consumo de alcohol a edad temprana.

 Un diálogo abierto y honesto sobre estas consecuencias, junto con un buen ejemplo para promover hábitos de consumo responsable y ser firme en el asunto son temas claves para los padres. Adicionalmente, enseñarles a los jóvenes a no ceder ante la presión de grupo y brindarles un espacio de confianza ayuda a disminuir estas cifras.