La presión ideal de las llantas se miden en libras por pulgada cuadrada (psi). Una presión típica podría ser de 32 Psi en las llantas tanto delanteras como traseras.
Es importante tener en cuenta la medida, presión y demás características de las llantas en su punto exacto cuando se hace un viaje por carretera, incluso, también cómo reaccionar o qué hacer si lo paran por llantas lisas, un aspecto importante que tiene que ver.
¿Por qué es importante la presión correcta?
- Seguridad: una presión inadecuada puede provocar pérdida de control, mayor riesgo de reventones y desgaste irregular de las llantas.
- Consumo de combustible: las llantas con poca presión aumentan la resistencia al rodamiento, lo que se traduce en un mayor consumo de gasolina.
- Desgaste de las llantas: una presión incorrecta acelera el desgaste de las llantas, reduciendo su vida útil y aumentando los costos de mantenimiento.
(Vea también: El error más común que cometen los conductores en los peajes: causa trancón y trae multa)
¿Qué pasa si infla de más las llantas?
Inflar las llantas del carro en exceso puede tener consecuencias negativas para el carro y la velocidad:
- Menor agarre en la carretera: al tener menos superficie de contacto con el asfalto, la llanta pierde adherencia, lo que aumenta la distancia de frenado y el riesgo de accidentes, especialmente en condiciones húmedas o en curvas.
- Desgaste irregular: la parte central de la llanta soporta la mayor parte del peso, lo que provoca un desgaste prematuro en esta zona. Los laterales, por el contrario, quedan prácticamente sin uso.
- Mayor riesgo de reventón: una llanta sobreinflada es más rígida y menos capaz de absorber los impactos. Un bache o un objeto punzante pueden provocar un reventón repentino.
- Confort de conducción: la conducción se vuelve más dura y menos estable, ya que las irregularidades del camino se transmiten directamente al vehículo.
¿Qué se hace primero, la alineación o el balanceo?
Generalmente, se recomienda hacer el balanceo antes que la alineación.
¿Por qué?
- Balanceo: este proceso se encarga de distribuir el peso de la llanta de manera uniforme alrededor de su eje. Si hay un desbalance, se colocan pequeños pesos para corregirlo. Al hacer el balanceo primero, se garantiza que las llantas estén perfectamente equilibradas antes de ajustar los ángulos de dirección.
- Alineación: una vez que las llantas están balanceadas, se procede a ajustar los ángulos de las ruedas para que queden paralelas y perpendiculares al suelo. De esta manera, se asegura que el vehículo se desplace en línea recta y que las llantas se desgasten de manera uniforme.
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