El llamado ‘Zoom facial’, como lo denominó el Dr. Rajani Katta, autor de ‘Glow: The Dermatologist’s Guide to a Whole Foods Young Skin Diet’, explicó que una de las razones por las que puede percibir un envejecimiento acelerado se debe a estar horas frente a su cámara.

“Entre la luz intensa, los ángulos extraños y simplemente mirar tu rostro durante horas, puedes alterar la percepción de tu propia apariencia”, dijo Katta en CNN.

Sin embargo, dispositivos electrónicos como los computadores y teléfonos celulares son fuentes de luz azul que destruyen el colágeno mediante el estrés oxidativo, así lo afirmó la dermatóloga Michelle Henry en el New York Times.

“Entran (los rayos de luz azul) y básicamente hacen agujeros en tu colágeno”, aseguró Henry.

La principal función de esta proteína es crear y mantener las estructuras de los tejidos que forman el organismo, por lo cual es decisiva en propiedades como la firmeza y la flexibilidad. El aspecto de la piel depende considerablemente de esta proteína.

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Desafortunadamente, la luz azul no es el único problema, también puede estar sufriendo los efectos del estrés pandémico.

“El estrés afecta nuestra capacidad para conciliar el sueño y permanecer dormido, lo que también puede afectar nuestra piel, dijo el Dr. Raj Dasgupta, especialista en sueño, profesor asistente de Medicina Clínica en la Escuela de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California.

Se ha demostrado que el estrés causa interrupciones en el funcionamiento adecuado de la barrera cutánea, lo que lleva a una mayor pérdida de agua y “mayor exfoliación y sequedad y formación de arrugas”, dijo la Dra. Marie Jhin, portavoz de la Academia Estadounidense de Dermatología en CNN.