Es normal que una persona llegue a manifestar un miedo o rechazo a la idea de salir luego de pasar mucho tiempo en casa o en otras situaciones de aislamiento. Esto corresponde al síndrome de la cabaña, que no es una enfermedad tipificada, sino “un conjunto de síntomas relacionados con el espectro ansioso”, afirmó Óscar Pino del Colegio Oficial de Psicología de Cataluña, citado por el diario español Cinco Días.

Las personas suelen crear rutinas para gestionar todo tipo de circunstancias, especialmente las que generan incertidumbre. Por eso es que muchos usuarios se sintieron intranquilos cuando comenzó el confinamiento por la pandemia, pues no estaban acostumbrados a la idea de no salir.

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Posteriormente y luego de mucho tiempo de estar en cuarentena, ‘acostumbrados’ a la idea de estar seguros en casa, se empieza a sentir el efecto contrario: la ansiedad ya no es por quedarse en casa, sino por salir de ella, agregó el portal mencionado.

Este miedo se incrementa por la inseguridad que provoca el salir y estar expuestos a contraer la COVID-19. Por tanto, quedarse en el hogar hace que la gente se sienta más protegida.

¿Quiénes son más propensos a padecer el síndrome de la cabaña?

Las personas que desde antes contaban con alguna patología con una base ansiosa, como la depresión, la agorafobia, la ansiedad social o la hipocondría, están más expuestos a padecer del síndrome de la cabaña, apuntó el informativo.

La razón por la cual estos usuarios tienen mayor predisposición al conjunto de síntomas que el síndrome trae consigo radica en todos los pensamientos negativos que pueden llegar a tener. Según la psicóloga Laura Solana, mencionada por dicho portal, en estos casos hay una “tendencia a generar pensamientos circulares negativos que actúan como andamios de escenarios mentales catastróficos”.

Asimismo, es más probable que los individuos que pasaron la cuarentena solos y que no hicieron salidas esporádicas al trabajo, supermercado o a cualquier otro lugar presenten el síndrome. “Sus habilidades sociales pueden estar en baja forma y se sienten desprotegidos”, dijo el psicólogo Félix Zaragoza, citado por el medio nombrado.

¿Por qué se produce el miedo a salir de casa?

De acuerdo con expertos entrevistados por el portal especializado en salud CuidatePlus, la sobreinformación con respecto al coronavirus hace que las personas se sientan más ansiosas. Asimismo, los mensajes contradictorios sobre elementos alrededor de la enfermedad, como el uso adecuado del tapabocas, generan más incertidumbre en los usuarios.

De hecho, un estudio de la Universidad de California en Irvine, Estados Unidos, publicado en la revista Health Psychology determinó que consumir constantemente noticias relacionadas con la COVID-19 puede incrementar la sensación de riesgo para la salud, alterar el estado de ánimo y aumentar el estrés. Esto, a su vez, puede dejar secuelas en la salud mental, explicó CuidatePlus en su publicación, que se ha deteriorado gracias al aislamiento.

Además, el temor también se produce por las dudas sobre la enfermedad, como el hecho de no saber con exactitud cómo se puede evitar ni tener claro el proceso de contagio, agregó el medio especializado.

“En el fondo, este es el aspecto que más favorece la reticencia a abandonar el confinamiento y refuerza el ‘encastillamiento’ en el domicilio, con la intención, en definitiva, de evitar contagiarse”. También lo favorece “desinfectar todo, sea lo que sea, empleando para ello proporciones de productos próximas a la toxicidad por inhalación, o justificar la decisión de quedarse en casa con cualquier tipo de excusa”, dijo el profesor de Psicología Amable Cima, citado por el informativo.

¿Cómo vencer el miedo a salir de casa?

De acuerdo con los expertos entrevistados por Cinco Días, el síndrome de la cabaña se puede vencer como cualquier otro miedo: enfrentándolo, puesto que, aunque a corto plazo parece dar tranquilidad no afrontarlo, con el paso del tiempo las barreras serán mayores.

“En el corto plazo, permanecer en casa produce una sensación de alivio y de falsa seguridad, pero en el largo, la percepción de miedo se va instalando y las limitaciones se acrecientan”, aseguró Solana, citada por el informativo.

Ahora bien, esto no significa que de ahora en adelante haya que salir para todo, pues, como indicó Liliana Salazar, gerente de la Clínica El Prado, en diálogo con Caracol Radio, todos los extremos son malos, especialmente porque la COVID-19 sigue presente y hay que cumplir con todos los protocolos de bioseguridad, como el uso del tapabocas, lavado frecuente de manos y distanciamiento social.

No obstante, la experta considera necesario que haya un proceso de alternancia, sobre todo en cuanto al aprendizaje virtual en los niños “por los altos niveles de estrés, violencia intrafamiliar, violencia infantil”. Por tanto, sería bueno “que al menos dos veces a la semana puedan tener esa interacción social en la escuela o colegio”, aseguró a dicho medio.

Además, Zaragoza recomienda afrontar el miedo de forma gradual, sin postergarlo demasiado. Para ello, es aconsejable comenzar con salidas cortas donde familiares o amigos muy cercanos, con el fin de tener la motivación de reencontrarse con seres queridos a pesar del temor, explicó Cinco Días.

De acuerdo con la psicóloga Annie de Acevedo, citada por RCN, la magnitud de los pasos a dar para superar el miedo dependen de qué tan severo es este. Las personas pueden salir acompañadas a “caminar media cuadra y después un poco más si el miedo es mediano”, pero hay que obligarlas a salir cuando el temor es más fuerte.

En caso de que los usuarios no salgan de su casa para vencer el miedo poco a poco, cada día crecerá más e incluso podría convertirse en una fobia, aseguró la psicóloga entrevistada por el informativo mencionado.

Si después de muchos intentos el usuario se mantiene firme en su decisión de no salir porque tiene mucho miedo, es necesario acudir a un psicólogo o psiquiatra para iniciar un tratamiento, agregó la experta.

En este en vivo realizado por El Espectador, se resuelven algunas dudas sobre el síndrome de la cabaña con la opinión de profesionales de la salud.