De acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad se ha triplicado desde el año 1975. Los últimos datos, de 2016, indicaban que más de 1.900 millones de adultos en el mundo tenían sobrepeso, entre los cuales unos 650 millones eran obesos. 

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Esta enfermedad es uno de los principales factores de riesgo que puede generar complicaciones mucho más graves como lo son la diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares, como lo explica la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

¿Qué es la obesidad?

De acuerdo con la definición globalmente aceptada, en términos sencillos la obesidad es una acumulación anormal o excesiva de grasa en el cuerpo. La OMS utiliza una definición técnica tanto para la obesidad como para el sobrepeso que se basa en el índice de masa corporal (IMC). Se trata de un indicador que relaciona el peso y la talla de una persona y que sirve para identificar el sobrepeso y la obesidad en los adultos.

Sin embargo, muchas entidades no comprenden está explicación ya que esa medición no diferencia entre grasa y masa muscular, por lo que una persona que va mucho al gimnasio podría tener un IMC alto pero que no significa obesidad.

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¿Cuáles son las causas de tener obesidad?

Según la OMS, la causa de la obesidad y el sobrepeso es un “desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas”. Como explica la organización, hay dos factores detrás del crecimiento de esta enfermedad: un aumento de los alimentos con alto contenido calórico y con mucha grasa, sumado a un estilo de vida sedentario.

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Sin embargo, también hay otros factores que podrían generar esta condición, como tener estrés constante o sufrir de los triglicéridos. Por eso hay que hacer chequeos médicos constantes antes de que sea tarde.

Soluciones para la obesidad

La OPS sugiere unas políticas de acción orientadas a cambios estructurales desde la infancia como, por ejemplo, la mejora de la atención primaria y la promoción de la lactancia materna; la mejora de la alimentación y el aumento de la actividad física en entornos educativos; y políticas orientadas a la regulación de la comercialización de alimentos y sus etiquetados, entre otras acciones.