
Envejecer de manera saludable es uno de los grandes retos que enfrenta la sociedad actual, especialmente en un mundo donde la expectativa de vida sigue aumentando. Pero, ¿existe una receta para alcanzar los 100 años sin perder autonomía ni sufrir deterioro cognitivo?
(Vea también: Qué significa no quedarse quieto al hablar por celular, según psicología: hay mucho detrás)
Según expertos en longevidad, la respuesta va más allá de los genes y tiene mucho que ver con hábitos diarios que favorecen la salud física, mental y emocional.
Uno de los principales impulsores de una vida longeva es la música, según el cardiólogo y director de la Cátedra del Corazón y Longevidad del Instituto Europeo de Salud y Bienestar Social, Manuel de la Peña, citado por ABC.
El experto, quien publicó recientemente el libro ‘Guía para vivir sanos 120 años’, basado en un exhaustivo estudio de las costumbres de personas centenarias, señala que escuchar música al menos 30 minutos al día tiene un impacto directo en la salud cerebral, recoge el mencionado diario.
Según explicó, las ondas sonoras estimulan áreas cerebrales que liberan neurotransmisores como dopamina, serotonina y endorfinas, conocidos como las “hormonas de la felicidad”, que aumentan el estado de ánimo y vitalidad. “La música, como el ejercicio, dispara nuestro bienestar”, afirmó De la Peña, de acuerdo con el mismo medio.
El ejercicio alarga la vida 🤸♂️🚴♂️🎂
El doctor Manuel de la Peña @elpoderdecurar nos contó en @SaberVivirTVE las claves para lograr llegar hasta los 120 años y más con ➕salud y ➖enfermedad
Tenéis la entrevista completa en @rtveplay pic.twitter.com/v85uATgKcz
— Saber Vivir (@SaberVivirTVE) January 15, 2025
¿Qué otros factores influyen en una vejez más prolongada?
Además de la música, la actitud positiva hacia la vida y el envejecimiento juega un papel crucial. Para el especialista, mantener sueños, proyectos e ilusiones a lo largo de la vida puede ser la clave para no solo alargar los años, sino para disfrutarlos plenamente.
“La salud física, mental y emocional son los pilares fundamentales para un envejecimiento saludable”, señaló.
En el medio se cita el caso de María Branyas, quien hasta su fallecimiento a los 117 años fue la persona más longeva del mundo y que fue uno de los ejemplos que De la Peña estudió durante años.
La mujer, además de mantener una vida activa y saludable, tenía claras sus prioridades: evitaba las personas tóxicas y consumía un yogur diario, un hábito que favorece la microbiota intestinal y la salud general, agrega el mismo diario.
En cuanto al estrés, De la Peña enfatizó que “resta vida”. El cuerpo, expuesto a altos niveles de estrés crónico, acaba reaccionando con consecuencias como hipertensión o incluso infartos.
En este sentido, prácticas como la meditación, escuchar música y adoptar la serenidad son herramientas valiosas para gestionar el estrés.
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