Sus fotografías se viralizaron rápidamente en Facebook, pues el simpático can aparece vestido con el tradicional hábito franciscano.
Al parecer, Fray Bigotón vivía en un refugio animal. Ahora reside en un gran monasterio y sus dueños lo consideran como un hermano más.

El nuevo fraile tiene espacio de sobra para jugar y correr libremente.
Además, tiene una fuente en la que puede refrescarse.
Para los católicos, San Franciso de Asis es el patrono de los animales, veterinarios y ecologistas. Se dice que el santo italiano los consideraba como sus amigos y hermanos menores.
Definitivamente, la mejor familia que pudo haber encontrado.
LO ÚLTIMO