De acuerdo con el funcionario, el hecho de que haya un alto índice de vacunación contra el COVID-19 no quiere decir que la pandemia se vaya a detener por sí sola, ya que las variantes han reducido la perspectiva de una inmunidad colectiva.

Kluge, de igual manera, recalcó que las nuevas mutaciones del virus, principalmente la delta, han cambiado la situación. Asimismo, puntualizó que la posibilidad de que la enfermedad siga siendo endémica es cada vez mayor.

“Esto nos lleva al punto de que el objetivo esencial de la vacunación es sobre todo evitar las formas graves de la enfermedad y la mortalidad. Debemos prever cómo adaptar progresivamente nuestra estrategia de inmunización ante la transmisión endémica”, precisó.

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Ante la aparición de las nuevas cepas, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa indicó que parece poco realista alcanzar la inmunidad colectiva solo con las vacunas. Sin embargo, recalcó que estas son vitales para frenar la pandemia del COVID-19.

“La vacunación es esencial para reducir la presión sobre nuestros sistemas de salud, que necesitan desesperadamente tratar otras enfermedades además del coronavirus”, agregó Kluge.

Se estima que la variante delta, actualmente dominante, es un 60 % más contagiosa que la anterior (alfa) y el doble que el virus histórico. Cuanto más contagioso es un virus, más sube el índice de las personas que tienen que estar inmunizadas para alcanzar la inmunidad colectiva y detener la epidemia.