Y si bien el Ministerio de Salud y Protección Social sigue haciendo un llamado a las familias colombianas para evitar la manipulación de pólvora en estas festividades, son muchas las personas que ignoran esas recomendaciones.

Además de los reportes de personas quemadas, el llamado de los especialistas en medicina es considerar las lesiones irreparables como daño ocular, intoxicación, e incluso, la pérdida auditiva momentánea o definitiva y en el peor de los casos, la muerte.

El caso más común es el del trauma acústico agudo, que se presenta básicamente por las papeletas, los disparos y hasta los truenos en una noche de tormenta. Estos sonidos pueden afectar el oído interno porque superan los 100 decibeles, dependiendo si se trata de niños o adultos.

“Son innegables los efectos que puede producir la explosión por pólvora en sentidos como el oído. Puede desencadenar un trauma acústico, acompañado de una lesión coclear y la aparición de pérdida auditiva leve, moderada o severa, obviamente dependiendo de lo cerca que esté la persona de la fuente explosiva”, comenta el audiólogo de MED-EL, Jonathan Bareño.

El impacto puede generar hipoacusia, enfermedad conocida comúnmente como sordera. La explosión de la pólvora puede dañar el tímpano (la membrana dentro de la oreja y que está unida a la cóclea por los huesecillos
del oído, en donde se ubica el órgano de la audición).

“Lo que produce la pólvora es traumar esa membrana grande que es el tímpano y que la onda de sonido expansiva que llega a él, pase por los huesos y sus articulaciones, donde puede llegar a afectar la unión de estos huesecillos o dislocarlos/separarlos, hasta llegar a la cóclea donde generar un trauma acústico porque se daña el órgano más interno”, comenta el especialista.

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Síntomas de daños y pérdida auditiva

Al presentarse daño en la cadena de huesecillos (martillo, yunque y estribo) el sonido no se transmite y se corta ese puente óseo, lo que se traduce
en una hipoacusia o sordera.

“Otro de los síntomas es la aparición de tinnitus o acúfenos (percepción de ruido en los oídos o en la cabeza sin que exista una fuente exterior de sonido) que pueden permanecer como secuela temporal o permanente”, detalla Bareño.

En ese sentido, la recomendación es que estos juegos pirotécnicos sean hechos por profesionales que tengan protección y estén a una
distancia segura para no afectar a los demás.

Se calcula que 446 millones de personas, es decir más de 5 % de la población
mundial, tiene una pérdida auditiva incapacitante y que 1 de cada 10 perderá el oído en 2050, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En Colombia, son más de 500.000 las personas con pérdida auditiva, que
puede ser motivo de discapacidad cuando supera los 30 decibeles en el oído en adultos y niños.