
Un simple problema de aritmética suele causar grandes debates. ¿Cuál es el resultado de 26 – 4 ÷ 2 + 20 – 30 ÷ 6? La respuesta, que puede parecer sencilla a simple vista, requiere que se apliquen las reglas de jerarquía de operaciones.

Es un procedimiento muy similar al famoso acertijo 3 + 3 x 3 + 3, que exige poner atención a los signos de operación, a la cantidad de veces que se repite una cifra y a refrescar los conocimientos adquiridos en la escuela y el colegio.
Pues bien, la ecuación 26 – 4 ÷ 2 + 20 – 30 ÷ 6 tiene como respuesta correcta el número 39, pero para conocer cómo se llegó a esta conclusión, se explicará a continuación:
- 26 – 4 ÷ 2 + 20 – 30 ÷ 6 =
- 26 − 2 + 20 − 5 =
- 26 − 2 =
- 24 + 20=
- 44 − 5 = 39




¿Qué le ocurre al cerebro al practicar matemáticas?
Practicar matemáticas no solo permite resolver ecuaciones, sino que también ejercita la cabeza de manera integral. Al enfrentarse a problemas matemáticos, se activan diversas áreas cerebrales relacionadas con la lógica, el razonamiento abstracto, la memoria y la atención.
(Vea también: ¿Cuál es la respuesta a 9 ÷ 9 ÷ 9 x 9? Un verdadero reto matemático para mentes ágiles)
Estas conexiones neuronales se fortalecen con la práctica, mejorando la capacidad para resolver problemas, tomar decisiones, aprender nuevas habilidades y ampliar las perspectivas frente a distintos enigmas.
¿Cómo resolver un problema matemático?
Requiere una combinación de lógica, creatividad y pensamiento crítico. Al enfrentarse a un acertijo, es fundamental leer atentamente el enunciado para identificar todas las claves y condiciones.
A partir de ahí, se pueden emplear diversas estrategias como dibujar diagramas, hacer tablas o buscar patrones.
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