El temor por el contagio al coronavirus de Wuhan ha hecho que los estrechones de manos, los besos y los abrazos pasen a un segundo plano por otras formas más profilácticas.
Por eso, ahora en muchos países se puede rechazar una mano tendida o evitar el beso y el abrazo, sin que eso sea calificado como una grosería.
Por ejemplo, en Pekín se recomienda hacer el gesto tradicional ‘gong shou’, palma en el puño, para decir hola; mientras que en Wenzhou, una de las ciudades chinas más afectadas, dos oficiales rechazaron sonrientes la mano que les tendía un periodista, prefiriendo intercambiar un “toque de codo”.
Sin embargo, uno de los saludos que más se ha popularizado en el mundo es el ‘footshake’, que se conoció primero en Irán, China y Líbano.
People in China found another way to greet since they can't shake hands.
The Wuhan Shake.
I love how people can adapt and keep a sense of humor about stressful situations. pic.twitter.com/P8MSfOdJ2H
— •*¨*•.¸¸✯*・🍃Ꮙ🍃•*¨*•.¸¸✯*¨ (@V_actually) February 29, 2020
Un video viral en las redes sociales muestra a 3 hombres iraníes, 2 de los cuales llevan una mascarilla y tienen las manos en los bolsillos, que se saludan alegremente tocándose unos a otros los pies.




Incluso, en Líbano hay otras imágenes populares donde se ve al cantante Ragheb Alama y al comediante Michel Abou Sleiman, alegres, golpearse los pies cuatro veces haciendo el sonido de un beso con su boca.
@raghebalama #راغب_علامة بابا راغب كيفك اشتقت لك 😘😘😘😘😂😂 pic.twitter.com/yrAEEq1GrW
— aya ايه راغب علامة (@aya_rageb) March 4, 2020
Por último, en Nueva Zelanda la mayoría de instituciones abandonaron el ‘hongi’, un saludo tradicional maorí en el que dos personas se pegan la nariz y la frente. La Universidad Politécnica WelTec de Wellington remplazó el ‘hongi’ por la ‘waiata’, un canto maorí, para la ceremonia de bienvenida de los nuevos estudiantes.
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