El hombre, de 27 años, reservó una mesa para 2 personas en Outback Steakhouse y se presentó con un traje para mostrar que se estaba tomando todo “muy en serio”, según contó él mismo en un hilo de Twitter.

Stephen pidió una bebida y, justo cuando el mesero lo atendía, fingió que le dejaba un mensaje de voz a su supuesta cita, a quien le puso el nombre de Katherine. “Ya estoy aquí, avísame cuando estés en camino”, dijo el hombre al teléfono.

Después de unas horas y de 2 panes que le dieron como aperitivos, Stephen pidió su bistec. En vez de probarlo, el hombre empezó a llorar mientras aparentaba estar desilusionado por haber sido plantado.

El estadounidense contó que si bien su actuación le produjo bastante lástima al mesero, este no le ofreció llevarse la comida gratis. Sin embargo, una pareja que celebraba San Valentín en el mismo restaurante pagó por toda su cena.

Stephen contó que, al final, el mesero le regaló una bebida Dr. Pepper y le puso una mano en el hombro para darle el siguiente consejo:

“Cuídate. No dejes que te decepcionen”.

De acuerdo con el protagonista de esta historia, él le dejó 20 dólares de propina al mesero (62.000 pesos) y, además, donó 50 dólares (156.000 pesos) a la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles. Esto último lo hizo “en forma de agradecimiento” a la pareja que le pagó la cena.

A través de Twitter, el hombre también le pidió al restaurante que no se enojaran con él por lo que hizo.