De inmediato, varios internautas comenzaron a criticarlos por, según ellos, irrespetar el lugar y la religión de los locales. Algunos, incluso, pidieron que los deportaran por su comportamiento y que fueran incluidos en la ‘lista negra’ de la ciudad, informó Daily Mail.
Ante las críticas, los influenciadores pusieron privadas sus cuentas de Instagram y compartieron un video en el que se disculpaban por lo ocurrido. “Lamentamos mucho el video de ayer; nosotros deshonramos el templo sagrado y el agua bendita de Ubud, y no lo sabíamos. Lamentamos mucho lo que pasó”, manifestó Zdenek, y Sabina continuó con lo siguiente:
“No teníamos ni idea de que había agua bendita o un templo sagrado. De verdad, nosotros no quisimos hacer nada malo; lo sentimos mucho. Esperamos que nos perdonen y ahora solo estamos buscando cómo arreglar todo”.
A pesar de esas disculpas, no pararon las críticas hacia estos influenciadores que promueven una vida ‘fitness’.
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