De acuerdo con un estudio publicado en la revista Clinical Nutrition ESPEN, científicos de Suriname en América del Sur analizaron los niveles de azúcar en la sangre en un grupo de 35 personas que comieron donas y bebieron agua antes, durante o después de comer, o no bebieron nada.

Las personas que bebieron junto con el pan dulce tuvieron el mayor aumento en los niveles de glucosa en la sangre; sus niveles aumentaron casi el doble que los de otros grupos.

Los niveles altos de azúcar en la sangre pueden ser motivo de preocupación para los médicos porque el cuerpo puede desestabilizarse y perder la capacidad de regular adecuadamente los niveles en la sangre, lo que conduce a la diabetes.

Mientras que demasiada glucosa también puede llevar al cuerpo a producir más insulina, lo que le dice al cuerpo que almacene un poco de azúcar en forma de grasa.

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Los investigadores sugirieron que las personas deberían tratar de evitar beber al mismo tiempo que comen para reducir el impacto del consumo de azúcar.

Beber de antemano llevó a un aumento un poco más grande que no tener agua en absoluto, y comer dos rosquillas causó un aumento mayor que todas las categorías, excepto beber al mismo tiempo.

Cabe destacar que en el estudio se tuvieron en cuenta las donas por su popularidad en el mundo, pero lo mismo puede pasar en el organismo con cualquier otro postre o dulce.