Estos modelos serán los que usarán los astronautas estadounidenses del programa Artemisa para caminar en la Luna en los próximos años, aunque todavía son prototipos que no han sido probados en el espacio y cuyo diseño aún debe ser terminado, por lo que no estarían listos antes de 2023.

Los anteriores, que se usaron para caminar en la Luna en las misiones Apolo (1969-1972), son miniespacios que proporcionan oxígeno al astronauta, reciclan el aire, regulan la temperatura interna y protegen contra la radiación.

Con base en ellos, los ingenieros de la Nasa han estado trabajando durante años en una versión mejorada, especialmente para la eliminación de dióxido de carbono.

En realidad habrá dos tipos de traje: uno para caminar en la Luna, blanco con banderas azules y rojas, llamado “xEMU” (acrónimo en inglés de la Unidad móvil de exploración extravehicular). El otro es para el trayecto entre la Tierra y la Luna, más ligero y de color naranja, bautizado “Orion Crew Survival Suit” (traje de supervivencia para la tripulación de la cápsula Orión).

El modelo xEMU será más flexible, demostraron los ingenieros de la Nasa. “Recuerden que durante los años de Apolo, Neil Armstrong y Buzz Aldrin saltaban como conejos en el suelo lunar. Ahora se podrá caminar”, dijo Jim Bridenstine, jefe de la Nasa.

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Y como ha demostrado la ingeniera Kristine Davis, los astronautas tendrán mucha más libertad de movimiento: podrán alzar los brazos por encima de la cabeza, lo que no era posible con los trajes Apollo; también podrán agacharse fácilmente para recoger rocas lunares, sin arriesgarse a perder el equilibrio y caer.

Otra innovación importante es que el nuevo traje está diseñado para adaptarse a todas las tallas, tanto para hombres como para las mujeres.

Pese a estos anuncios, la apariencia de los trajes parece ser casi la misma, y se supone que la menor gravedad lunar ayudaría con algunos problemas. En un video de presentación se ve que la astronauta todavía pasa por un proceso que incluye usar una escalera para ponerse el traje:

Además, el rango de movimientos sigue siendo limitado, aunque no se puede soslayar que las mejoras tecnológicas pueden no advertirse, pero tendrían gran impacto en cuanto al presupuesto que implica su fabricación y uso.

Algunas personas no dejaron de comentar el lanzamiento sin demasiada sorpresa por las novedades, resaltando que ha pasado medio siglo y todavía no se solucionan cosas como la engorrosa mochila de oxígeno: