De acuerdo con la agencia, el cuerpo, identificado por primera vez en el Observatorio Palomar en California en 2018, pasará por la Tierra el 2 de noviembre de este año, pero tiene pocas probabilidades de llegar a la superficie, indicó CNN.

El Laboratorio de Propulsión Jet de la Nasa, Asteroid Watch, aseguró en un tuit que el objeto rocoso es “muy pequeño, aproximadamente de 6,5 pies y no representa una amenaza para la Tierra”.

Además, el 2018VP1 solo tiene un “0,41% de posibilidades de entrar en la atmósfera de nuestro planeta”, aseguró el laboratorio. En caso de que ingrese, “se desintegraría debido a su tamaño extremadamente pequeño”.

En ese mismo sentido, el impacto no sería profundo, “basándose en 21 observaciones que abarcan 12.968 días”, afirmó CNN citando a la Nasa.

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Desde que el asteroide fue descubierto, los científicos se encargan de rastrear su ubicación y trayectoria. De hecho, se han catalogado formalmente 19.000 objetos cercanos a la Tierra desde 1998, de los cuales, ninguno que sea peligroso, la impactará pronto, apuntó CBS News.

Hace una semana se supo que un cuerpo rocoso “del tamaño de un auto” llamado 2020 QG pasó a menos de 3 mil kilómetros de este planeta, pero los investigadores lo detectaron cuando estaba lejos, resaltó FayerWayer.