Durante esta semana, el rover Perseverance podría empezar a dejar caer diez tubos de roca y tierra sobre el suelo del cráter Jezero, en Marte. La misión espacial ha estado recogiendo material desde que aterrizó en febrero de 2021, y ha acumulado una serie de muestras científicamente intrigantes.
La Nasa y la Agencia Espacial Europea tienen previsto enviar otra nave espacial para recoger las muestras, que serán devueltas a la Tierra en aproximadamente una década.
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El depósito de los tubos es un primer paso hacia el retorno de muestras a Marte. “Nos acercamos a este hito tan importante y emocionante”, afirma Meenakshi Wadhwa, científico planetario de la Universidad Estatal de Arizona en Tempe y responsable del retorno de muestras a Marte.
“No sólo tenemos rocas ígneas y sedimentarias que registran al menos dos y posiblemente cuatro o incluso más estilos distintos de alteración acuosa, sino también regolito, atmósfera y un tubo testigo”, añadió. Los tubos testigo están diseñados para ayudar a los miembros del equipo de la misión a determinar qué materiales de las muestras recogidas pueden ser contaminantes.
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Al depositar algunas de ellas en lo que la Nasa denomina un depósito de muestras, se creará un grupo de reserva que estará a salvo si algo sale mal mientras el rover sigue explorando Jezero. “Garantiza la disponibilidad de una colección de muestras de gran valor científico para su retorno a la Tierra”, declaró Wadhwa en una rueda de prensa con motivo de una reunión de la Unión Geofísica Americana.
El contenido de los diez tubos incluye tres muestras de roca sedimentaria que, según los científicos, ofrecerá la mejor oportunidad de encontrar pruebas de vida en el antiguo Marte. En la Tierra, este tipo de sedimentos a menudo conservan indicios de vida microbiana.
El rover Perseverance aterrizó en Marte el 18 de febrero de 2021. Con un peso aproximado de 1 tonelada (1.025 kilogramos), Perseverance es el róver más pesado que ha aterrizado en Marte.
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