Un estudio analizó 106 muestras del nuevo coronavirus y encontró la primera mutación significativa en una de ellas proveniente de la India y recogida el 27 de enero, según informó Gizmodo.
El cambio que produjo este patógeno hace que el virus sea menos infeccioso. Sin embargo, las espinas, que ayudan a que el COVID-19 se adhiera a las células pulmonares permanecen iguales, así lo informó Biorxiv.




Los investigadores explicaron que hasta ahora los análisis muestran que el genoma del SARS-CoV-2 es estable y tiene menos diversidad que el de otros virus similares como el SARS, explicó el mismo medio.
Lo anterior significa que el patógeno responsable de esta pandemia muta poco y sus cambios no tienen una variedad preocupante, hasta el momento, lo que es una buena noticia para los científicos que están en el desarrollo de una vacuna, añadió Gizmodo.