Si sufres de estos síntomas, podrías tener sensibilidad alimentaria.

Cuando nos levantamos y nos desnudamos frente al espejo, nos vemos flacos, desinflamados y con la panza reducida. Si tenemos tiempo, nos damos unas cuantas palmaditas en el abdomen y giramos nuestro cuerpo para vernos desde todos los ángulos. Quisiéramos estar así, durante todo el día, pero no. Es cuestión de comer algo para volver a inflamarnos y sentir que hasta las pestañas pesan kilos.

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En @loamehealthymarket compartimos temas relevantes en cuanto a nutrición y bienestar. Hoy abordaremos una situación muy común: 😕la sensibilidad alimentaria. No te pierdas nuestra columna en @pulzo_col y cada uno de nuestros posts, en donde te explicamos por qué te sientes inflamado 🐡, pesado, 🐳 agotado 😓y -en ocasiones- con reflujo. 🤮 ✔️Además, los expertos en alimentación consciente de @quickbalance nos cuentan qué hacer para sentirnos óptimos e iniciar una nutrición que se ajuste a nuestras necesidades individuales. 💯 #nutricion #salud #nutrici #fitness #saludable #vidasana #gym #fit #nutricionista #bienestar #dieta #healthyfood #nutrition #healthylifestyle

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Aunque es lógico que se presente una leve distensión abdominal a lo largo del día debido, principalmente, al proceso digestivo de nuestras ingestas, no es normal que la inflamación sea severa, que nos sintamos permanentemente agotados, que padezcamos estreñimientos, diarreas y/o jaquecas.

“Las personas nos acostumbramos a vivir con dolencias y malestares. Son tan frecuentes que terminan convirtiéndose en parte de nuestro día a día”,  dice Patricia Fallon, fundadora de Quick Balance, una organización dedicada a la nutrición consciente.

Lo cierto es que todos esos síntomas no son normales. Después de comer no tenemos que sentirnos exhaustos ni indispuestos. Al contrario, deberíamos sentirnos enérgicos, vitales y ligeros. Si no es así, es muy probable que estés teniendo sensibilidad a esos alimentos que consumes.

Para empezar, es importante entender que la sensibilidad no depende, necesariamente, de la calidad del alimento. Patricia Fallon, por ejemplo, comenta que su organismo es sensible a la zanahoria, la espinaca y los champiñones, tres viandas naturales y sumamente nutritivas, pero indisponen su cuerpo.

¿Cómo saber cuáles son los alimentos que me irritan?

Debemos identificar las comidas que nos sientan mal, porque es fundamental ser más conscientes de lo que consumimos e, incluso, llevar una contabilidad de lo que ingerimos.

Sin embargo, si quieres tener un inventario más claro y completo, existe una prueba -no invasiva- conocida como medición de sensibilidad de alimentos, en la que se evalúan los 175 productos (entre los que se encuentran las harinas, proteínas, frutas, verduras y bebidas más consumidas en nuestro país) que te dificultan la digestión y te causan reacciones adversas.

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‼️Debemos aprender a comer según nuestra propia biología, estilo de vida, preferencias y objetivos. ‼️Lo que es sano para unos, puede tener reacciones adversas en mí. El cuerpo nos manifiesta constantemente si estamos administrándolo de manera adecuada, pero con frecuencia lo silenciamos con cualquier pastillita en la droguería. ❌❌Antiinflamatorios, analgésicos, laxantes y otro montón de químicos que callan los reclamos de un organismo desatendido. ✅No te pierdas la columna completa en en @pulzo_col. #vidasaludable #alimentacionsaludable #deporte #comidasana #alimentacion #entrenamiento #adelgazar #health #nutri #bajardepeso #healthylifestyle #estilodevida #comesano

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Este test se lo puede realizar cualquier persona mayor de 5 años, sin importar su condición médica. La única restricción es para las mujeres en estado de gestación o lactancia, debido a que su composición hormonal cambia.

Los resultados se entregan de manera inmediata y la primera recomendación es suspender el consumo de los alimentos que te generan sensibilidad durante un periodo de tres meses. Luego de este tiempo, deberás volver a realizarte un segundo análisis para observar lo que sucedió con la restricción y determinar cuáles son los pasos a seguir.

Según la nutricionista Yury Gómez, este examen no solo soluciona las molestias gástricas y del colon, también se logra crear un hábito intestinal regulado, fortalecer el sistema inmunológico, bajar de peso de forma segura y percibir mejoras en el rendimiento físico.

Mi experiencia

Yo me realicé el test hace poco más de un mes y me sorprendió encontrar que alimentos como el aguacate, el salmón, la leche de almendras y el coco me causan sensibilidad. En ocasiones, y según me explicó Yury, los resultados pueden estar relacionados con el excesivo consumo de estos productos.

“El cuerpo puede presentar una saturación y está pidiendo desesperadamente una variación en el menú”, comentó Gómez.

Aunque esto me obligó a cambiar mi ‘repertorio alimenticio’, confieso que me he sentido con menos inflamación y mucho más liviana.

No te confundas

Ahora bien, es importante tener claras las diferencias de tres conceptos que parecen iguales, pero son muy distintos: alergia, intolerancia y sensibilidad. En este caso, todas relacionadas con la alimentación.

Según VERITest, un centro de servicios y tratamientos nutricionales profesionales:

  • La alergia alimentaria involucra al sistema inmunológico y tiene una respuesta inmediata con síntomas como erupciones en la piel, urticaria, hinchazón o hasta dificultad para respirar.
  • La intolerancia enzimática, se produce cuando nos hacen falta enzimas para digerir ciertos alimentos o alguno de sus componentes. y la sintomatología se centra en los desórdenes digestivos como las náuseas, diarrea y dolor abdominal. Una de las intolerancias más comunes es a la lactosa.
  • La sensibilidad, no necesariamente tiene reacción inmediata y suele generar cefaleas, inflamación abdominal, cansancio recurrente, reflujo y piel atópica.

Tú, tu mejor analista

Si bien los avances tecnológicos nos permiten descubrir la individualidad de nuestra biología de manera detallada, considero que nadie puede llegar a conocernos tanto como nosotros mismos.

El afán nos hizo olvidar de nutrirnos y ahora solo engullimos. El afán nos convirtió en represores de nuestro cuerpo y, ante cualquier intento de comunicación, lo silenciamos abruptamente: para el dolor de cabeza, aspirina; para el dolor de estómago, Buscapina; para el malestar estomacal, Alka Seltzer; para los gases, Finigax; para la diarrea, Loperamida; para el estreñimiento, laxantes. Y así, enmudecemos al organismo cada vez que quiere hablarnos pero, créeme tanta opresión te pasará factura.

Somos víctimas del afán. Si te detienes a pensar, el afán es nuestro peor enemigo. La falta de tiempo es la que genera la gran mayoría de nuestros problemas y en temas de nutrición no es la excepción.

“El nexo de unión más importante entre el cuerpo y la naturaleza sin duda es la comida….La enfermedad es la expresión del desequilibrio entre ellos”. Albert Szent-Györgyi – Premio Nobel de Fisiología.

No en vano, en la actualidad existen diversos estudios que responsabilizan los malos hábitos alimentarios con graves enfermedades como, la diabetes, hipertensión, afecciones cardiovasculares y del sistema digestivo, anemia y obesidad, por mencionar algunos ejemplos.

Antes de llegar a esas consecuencias, préstale atención a las señales de tu organismo. No lo silencies, no lo ignores. Empieza a buscarle respuesta a todas tus dolencias, porque lo normal es sentirnos saludables. Date la oportunidad de vivir en tu mejor versión.

¡Noticionón!

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*Las opiniones expresadas en este texto son responsabilidad exclusiva de su autor y no representan para nada la posición editorial de Pulzo.