“Yo solo tengo para cobrar en tarjetas. No cobro en efectivo, porque aquí en Colombia es muy peligroso y nos asaltan a los taxistas”, dijo el conductor, según el relato de De la Rosa en Noticias Caracol.

“Lo entendí. Como no sabía, no era de acá, dije: ‘OK, yo tengo tarjeta y te la pago’”, agregó el extranjero en el informativo. “Una dos o tres veces la pasó primero; insertó la tarjeta para que reconociera el chip, y no pasaba”.

De la Rosa cuenta que en la noche de ese mismo día recibió un mensaje de su banco en Bolivia (el BCP) en el que le decían que alguien había hecho una transacción, había sacado dinero, 215 dólares, 11 veces.

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Eso suma 2.365 dólares que le sacaron en cajeros de Bogotá, por lo que el banco también le informó a De la Rosa que, por seguridad, le había bloqueado la tarjeta

El mayor Luis Miguel Morales, subjefe de Protección de la Policía, les recomendó a los extranjeros que visitan a Colombia que busquen a la Policía de Turismo para que puedan asesorarse de una manera mucho más eficaz.

“Hay que buscar más información acerca del pago, de los servicios”, les recomendó Morales.

Pero no es solo en el gremio de transporte en donde se aprovechan de los extranjeros para cobrarles más dinero, ya que en sitios turísticos como Cartagena y sus alrededores se han denunciado casos en donde vendedores formales e informales abusan a la hora de incrementar los precios.

Como ejemplos podemos citar lo que le sucedió a una familia bogotana que aceptó una prueba de masaje en la playa, y que cuando se negó a tomar el servicio se desencadenó una discusión que terminó en pelea con los vendedores.

También está el caso de unos turistas estadounidenses a los que les cobraron casi 3 millones de pesos en un quiosco de comida. Luego del reclamo y las denuncias, la Policía llegó al sitio y los dueños del establecimiento decidieron bajar la cuenta a 850.000 pesos, que era el valor real del consumo.

Debido a estas denuncias reiterativas las autoridades han creado grupos especiales para hacer seguimiento a vendedores y proteger a los turistas. Incluso, han sellado establecimientos en donde se comprueba que abusan con los precios que ofrecen a los visitantes, como pasó en Cartagena.