No da más detalles. No dice en dónde está ni con quién. Pero la sola imagen desamarró, de nuevo, los sentimientos que despierta en el país por sus posiciones y afirmaciones.

Algunos le entendieron su mensaje sencillo, y le dicen, por ejemplo, que las vacaciones que se está dando son “merecidas porque lo que le espera no es fácil” en la tarea de “defender la democracia”.

Otros, abiertamente, se deshacen en elogios, aunque rayando con la ordinariez: “Señora usted está muy súper buena. Siempre me ha gustado. No solo por su inteligencia si no por su belleza. Estás muy rica nena”. O “Waaaaaooooo doctora que hermosa, es la vista que desea un ciego”.

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Pero esos comentarios son apenas la punta de un iceberg que debajo de la superficie contiene de todo. Literalmente, de todo.

Cabal se expuso en bikini y recibe también desde acusaciones de liposucción mal hecha hasta recriminaciones de “inmoral” por andar “incitando a la tercera edad a la lujuria y al pecado”, porque “su edad no le permite estar exhibiéndose” y porque debería tener “más de pudor y respeto por los que apreciamos la belleza femenina”.

Le tachan incluso su cara de tranquilidad debido a que la tiene cuando, según acusan, su esposo, José Félix Lafourie, “es absuelto por concierto para delinquir, es el máximo jefe de la mafia de tierras y de anti-restitución y responsable de la muerte de muchos campesinos por decir que son ‘guerrilleros’ cuando van a reclamar sus tierras y además seguir teniendo uno que otro admirador sin importar que niegue los crímenes de estado!”.

Como quien dice, el espectro de comentarios se mueve en torno a la foto de Cabal en Bikini es un abrebocas de las opiniones radicalmente encontradas que seguirá provocando en la recién inaugurada Legislatura.

Acá está el rosario de comentarios a la publicación de la senadora uribista en Facebook: