Este 31 de octubre de 2022 la Corte Suprema de Estados Unidos revisará dos casos que determinarán el futuro de la Acción Afirmativa en Estados Unidos, medida que ha impulsado el ingreso a la universidad de comunidades históricamente vulnerables, como hispanos y afrodescendientes.

La organización denominada Students for Fair Admissions (SFFA), o, por su traducción, “Estudiantes Por Admisiones Justas”, demandó a la Universidad de Carolina del Norte y a la Universidad de Harvard debido a que en su proceso de admisiones tienen en cuenta la raza para beneficiar a grupos históricamente marginados. La SFFA también afirma que los procesos de admisión discriminan a los estudiantes asiático-americanos.

El tema ha sido discutido en varias ocasiones, la última de ellas en 2016. Actualmente, la Corte tiene una dirección conservadora, por lo que medios de comunicación estadounidenses especulan que la acción afirmativa podría no sobrevivir en esta ocasión.

La SFFA fue fundada por Edward Blum, activista conservador que afirma que su organización tiene 22.000 miembros rechazados de forma incorrecta por las universidades que utilizan la raza como criterio para admitir estudiantes en sus aulas. No obstante, ninguna de las 22.000 víctimas que hacen parte de la SFFA ha atestiguado.

Más de 100 estudiantes de la Universidad de Harvard viajarán a Washington con el objetivo de atestiguar frente a la Corte Suprema en pro de la diversidad al interior del campus. Varios activistas de Harvard que asistirán al evento afirman que se espera que estudiantes de más de 20 escuelas distintas vayan, de la mano de activistas de derechos civiles, abogados y otras personas interesadas en la decisión.

“Lo que más me asusta es la caída proyectada en el número de estudiantes negros y latinos en el campus”, afirmó Kylan Tatum, co-fundador y co-líder de la Coalición por la Acción Afirmativa, para el medio de comunicación de la Universidad de Harvard.

“Creo que sería muy perjudicial para todas las instituciones de educación superior sacrificar la diversidad de esta manera. Si el objetivo de la educación superior es preparar a los estudiantes para el éxito, debemos asegurarnos de que el entorno en el que aprendemos refleje la sociedad en la que operaremos. No reconocer que el mundo al que nos adentramos es geográficamente diverso, socio-económicamente diverso, racialmente diverso, y diverso en muchas otras maneras es un gran perjuicio para nosotros mismos”, dice el comunicado.

Students for Fair Admissions aseguran que el evaluar a los estudiantes en función de su raza constituye una discriminación ilegal. El presidente del Tribunal Supremo, John Robers, se ha opuesto de forma histórica a las políticas raciales: “La forma de detener la discriminación por motivos de raza es dejar de discriminar por motivos de raza”, afirmó después de que en 2007 la mayoría invalidara dos proyectos de integración de escuelas públicas.

Las universidades de Harvard, Yale y Princenton realizaron un comunicado conjunto, en donde rechazaron los postulados del SFFA, pues consideran que la Acción Afirmativa ayuda a impulsar la igualdad en el acceso a educación superior. El comunicado reza de la siguiente manera:

“La inclusión de estudiantes de diversos caminos contribuye y contribuirá a la diversidad del cuerpo estudiantil, que beneficia a todos los estudiantes al afirmar la importancia de nuestras historias y experiencias, permitiéndonos ser más reflexivos y críticos y abriendo el camino a oportunidades profesionales que históricamente han sido reservadas para aquellos con más privilegios y recursos”.