El saliente Jefe de Estado habló sobre otros momentos personales y situaciones difíciles tanto de sus periodos presidenciales como del proceso de paz, pero no incluyó en esa lista la contundente oposición que decidió hacer Uribe, pese a que el senador lideró la campaña por el no en el plebiscito, lo que sí fue el gran traspié en su Gobierno, según expresó Santos en los programas Hora 20 y Pregunta Yamid.

En las dos entrevistas, Santos coincidió en que “en la parte política, el momento más difícil, el golpe más duro fue el resultado del plebiscito”. En la conversación con Caracol Radio, señaló:

“Eso si no me lo esperaba. No me arrepiento [de haberlo convocado] porque hice lo correcto, hice lo que había prometido; pero que si me equivoqué, sí. No lo volvería a hacer, aprendí la lección. Pero cumplí con una promesa, insistí mucho contra viento y marea para cumplirla. Subestimé muchísimo el poder de las noticias falsas. Creo que tampoco fui lo suficientemente proactivo en la campaña de la pedagogía, yo pensé que la paz se vendía sola y se nota que me equivoqué. Pero sobre todo aprendí que en los referendos o plebiscitos, muchas veces lo que se responde no obedece a la pregunta sino a otros factores”.

Entre tanto, en su visita a Yamid Amat, reiteró lo del plebiscito y agregó que también tubo “muchísimos problemas en el trabajo”: “Llegué al Gobierno con el peor fenómeno de la niña en la historia del país y duramos dos años inundados. Eso fue algo durísimo”.

Santos también habló de las dificultades en la “parte humana”: “Cuando uno envía soldados o policías a hacer un trabajo y después tiene que consolar a la viuda o a los hijos. Eso es muy doloroso”.

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Por otro lado, sobre los momentos más críticos en su vida personal señaló dos momentos:
– “Cuando me dijeron que tenía cáncer. Me afectó mucho, en el sentido de que me hizo repensar muchas cosas. Afortunadamente, eso ya se superó 100 %, y estoy como un lulo”.
– “El tiempo que uno le debería haber dedicado a la familia. Eso es un gran sacrificio. Yo soy muy familiar, adoro a mis hijos y los vi crecer casi que de lejos”.

El Presidente también dijo que otros momentos como entregar casas gratis a personas que nunca pensaron tener vivienda propia, darle becas universitarias a los jóvenes que creían que no tenían esa opción, o los programas por los niños, fueron muy gratificantes, así como “haberle podido influir y darle a mucha gente un pedacito de felicidad es una gran satisfacción”.

Santos relató:

“La satisfacción de haber podido aprender mucho de la condición humana. De lo bueno y de lo malo. Para mí fue una gran lección de vida la actitud de las víctimas en el proceso de paz. Tenía cierta prevención, porque pensé que iban a ser las más duras, la gente que sufrió y perdió un hijo, una hija, un papá, y decirle que tenían que aceptar lo de la justicia transicional; pero fue todo lo contrario y las víctimas fueron las más generosas, me pidieron que siguiera adelante para que no les pasara a otras personas lo que les pasó a ellas. Eso me abrió el corazón. Por otro lado, la lucha por el poder saca lo peor de la condición humana. Me lleve muchas decepciones de personas que me asombraron cómo se comportaron y como traicionaron una confianza que se les dio”.

En Hora 20 también dijo puntualmente lo que ve como bueno y malo de su gestión:

Aciertos:
– La Paz
– La disminución de la pobreza
– Logros en educación
– Avances en infraestructura

Desacierto:
“Posiblemente cometí muchas equivocaciones. El desacierto depende del tema. Por ejemplo, en el proceso de paz, creo que mirando hacia atrás, hemos debido negociar en forma simultánea y no secuencial. Digo eso porque si lo hubiéramos hecho hubiéramos terminado más pronto y no habríamos tenido que mezclar la implementación de la paz con la campaña presidencial. La campaña política distorsiona todo y creo que eso fue un error”.

Por último, en Pregunta Yamid señaló que la decisión más difícil de su Gobierno fue dar el paso definitivo para empezar el proceso de paz porque le recordaban que a él lo habían elegido “por ser exitoso en la guerra y la gente no iba a entender que terminara sentado con sus enemigos”. Mientras que en el proceso de paz, fue complicado dialogar sobre “el tema de las drogas, y que ellos cortaran los vínculos con el narcotráfico y ayudaran a desmontar los cultivos ilícitos”.