El padre Alberto Linero, que aún no oficializa su retiro del sacerdocio, hizo una valiosa reflexión sobre el tema, en el espacio que tiene cada mañana en Blu Radio.

Linero empezó diciendo que estaba sorprendido por las “bromas demasiado fáciles” que algunas personas hacen y que terminan “lastimando a la gente en su dignidad y que realmente no aportan nada a la vida diaria”.

Asimismo, el sacerdote comparó el comportamiento de esas personas con quienes se burlan “de una persona que se cae, de alguien que tiene un defecto físico [o] de la diferencia cultura”.

En seguida, mencionó el tema de Frisby y señaló que esa misma euforia con la que los chocoanos recibieron a la marca también se ha presentado en otras partes del país, incluso en la capital colombiana:

“Olvidamos que esto ha pasado en todas nuestras ciudades cuando llega algo moderno, algo que no teníamos o simplemente porque nos sentimos invitados a participar, ¿o es que se nos olvidó, por ejemplo, que acá en Bogotá se hizo fila en los parques para recibir un peluche?”.

Linero añadió que “todos tenemos derecho a dejarnos sorprender y a tratar de participar de lo nuevo que llega”. Asimismo, afirmó que los colombianos deberíamos “celebrar que se comience a pagar la deuda social que se tiene con esta región”.

En la emisora, el cura concluyó que la llegada de empresas como Frisby y D1 a una zona olvidada por el Estado colombiano “genera desarrollo” y eso es justamente lo que se necesita.

A continuación puede escuchar la reflexión del padre Linero y ver algunas reacciones de rechazo por las burlas a las personas que hicieron fila en la inauguración del restaurante: