La ocupación del espacio público en las calles de Ibagué y específicamente en el entro de la ciudad, ha sido un problema recurrente que las administraciones de los últimos 40 años han intentado solucionar a través de varias estrategias; pero a la fecha, dicha situación persiste y se agrava durante algunas temporadas, a pesar de los operativos de las autoridades.
Principios de los 90: transformación de la 14
Desde finales de la década del 70 y hasta finales de la del 80, la 14 entre carreras segunda y tercera estuvo ocupada por decenas de casetas y toldos en los que se podía conseguir ropa, calzado y otros artículos para el hogar.
En 1992, la Alcaldía de Ibagué, durante la administración de Rubén Darío Rodríguez Góngora, empezó la recuperación del espacio público en el Centro de la ciudad y dispuso la reubicación de 500 vendedores, 270 de los cuales ocupaban la calle 14. Para cumplir este objetivo, contrataron dos obras: la construcción de un centro comercial y la adecuación de la 14 entre carreras segunda y tercera, que una vez terminada fue conocida por los ibaguereños como la ‘Calle Bonita’.
En julio de ese mismo año, también empezó la construcción del Multicentro Comercial Chapinero en un lote contiguo al edificio Papagayo, ubicado en la carrera primera entre calles 15 y 16, lugar donde finalmente fueron reubicados los vendedores el 24 de febrero de 1994; mientras que las obras de la ‘Calle Bonita’ se habilitaron el 17 de junio.
Inició el 2000 con el mismo problema
Hace 22 años, desde el 18 hasta el 23 de febrero del 2000, la alcaldesa de Ibagué, Carmen Inés Cruz, tuvo que recuperar el espacio público de la zona céntrica, que para ese entonces ya estaba invadida de nuevo por vendedores ambulantes.
La decisión se dio luego de un fallo del Tribunal Administrativo del Tolima que le ordenaba: “Proteger la utilización del espacio público y defender los bienes de uso popular en el perímetro urbano, especialmente en el centro y las plazas de mercado”.
El Tribunal, basado en una acción popular interpuesta por el entonces procurador provincial de Ibagué, Jorge Enrique Cardoso, ordenaba en un plazo máximo de dos años y medio desalojar las vías, articular planes y programas que permitieran a los vendedores informales acceder a un lugar donde trabajar y que pudieran pagar, así como disfrutar de créditos blandos y de los beneficios de la asociación.
Durante los operativos hubo fuertes enfrentamientos entre los vendedores y la Policía, que utilizó gases lacrimógenos para dispersar a quienes se opusieron al procedimiento.
El fracaso del Centro Comercial Galarza
En el 2002, dos años después de la decisión del Tribunal Administrativo del Tolima que ordenaba la protección del espacio público, la Alcaldía de Ibagué, en cabeza del entonces alcalde Jorge Tulio Rodríguez, habilitó el Centro Comercial Andrés López de Galarza; ubicado en la carrera tercera con calle 19, frente al parque que lleva el mismo nombre.
En esta nueva estructura tenían pensado reubicar a más de 200 vendedores ambulantes del Centro, pero a diferencia del trabajo realizado ocho años atrás con los ocupantes de las calles 12, 13, 14 y las plazas de mercado, algunos de los cuales se reubicaron en Chapinero, la experiencia del Galarza no tuvo ningún éxito.
Con la construcción del centro comercial y la reubicación de los vendedores, la Administración Municipal de la época pretendía transformar la zona de la calle 19 en un polo de desarrollo, pero con el pasar de los años, el sueño se desvaneció y este espacio se convirtió en hogar de habitantes de calle donde el deterioro de la estructura comenzó a hacerse evidente.
En 2014, nuevamente anunciaron inversiones para recuperar dicho espacio e hicieron varias adecuaciones. Allí se trasladaron algunas oficinas de la Administración y varios locales finalmente fueron ocupados, pero los problemas de seguridad de la zona aledaña al parque Galarza no permiten que los visitantes del Centro frecuenten el sector, por lo que en la actualidad en este lugar apenas hay un local abierto y el resto está subutilizado.
Una problemática sin soluciones
En la actualidad persiste el problema de ocupación del espacio público por parte de vendedores de toda clase de artículos en varias zonas de Ibagué, principalmente sobre la carrera tercera, entre calles 11 y 17, esto pese a que históricamente las administraciones municipales les han brindado soluciones de reubicación como la construcción del ya mencionado Multicentro Comercial Chapinero y los locales en cercanías al parque Galarza, que en su mayoría hoy están abandonados.
Este año, la Secretaría de Gobierno de Ibagué anunció la creación de un grupo especial para combatir la invasión del espacio público en las principales calles, ocupadas con ventas ambulantes de toda clase de artículos, mesas, sillas, muebles, estantes y hasta maniquíes; pero dicho problema sigue creciendo, sobre todo en la carrera tercera, algo que muchos expertos le atribuyen a los altos índices de desempleo e informalidad que hay en la ciudad y que no se soluciona con simples operativos o construyendo nuevos centros comerciales, sino generando empleo digno y ofreciendo alternativas de formalización a muchos comerciantes.
Tome nota
A principios de la década del 2000, el Tribunal Administrativo del Tolima le reconoció la Confianza Legítima a varios ocupantes del espacio público del Centro de Ibagué mientras eran reubicados, pero casi 21 años después, ninguna de las soluciones ofrecidas por la Alcaldía han servido para acabar el problema.
Dato
Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la cifra de informalidad en Ibagué se sitúa en 54,7 por ciento; es decir que, de los 227.000 ocupados que tuvo la ciudad en diciembre del año anterior, 124.000 eran informales.
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