
En Colombia, los casos de violencia intrafamiliar contra hombres están en aumento, pero la mayoría de las víctimas prefieren guardar silencio por vergüenza, estigmas sociales o falta de apoyo institucional.
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Según datos de la Secretaría de Seguridad de Bogotá, recogidos por Noticias Caracol, dos de cada diez denuncias por violencia intrafamiliar en la capital del país involucran a hombres como víctimas, lo que evidencia que las agresiones ejercidas por mujeres contra sus parejas sentimentales son más frecuentes de lo que comúnmente se percibe.
A pesar de estas cifras, pocos hombres se atreven a denunciar, pero dos de ellos compartieron sus testimonios en el mencionado noticiero, visibilizando una problemática que sigue siendo tabú.




Uno de los testimonios fue el de un hombre de Bogotá, cuya identidad no fue revelada. Con valentía, narró su experiencia: “Siempre me decía groserías y me pegaba, pero por esa vanidad de hombre, a uno como que le daba pena decir ‘mi esposa me maltrata’, entonces uno no toma acciones”.
Acá, los testimonios:
Este hombre señaló que, además de enfrentar el maltrato en su hogar, encontró poca empatía en las instituciones. “Existe la Secretaría de la Mujer, pero no existe una secretaría del hombre. El Ministerio de la Igualdad tiene viciministerio de la mujer, pero no tiene del hombre. Cuando un hombre agrede a una mujer, le incrementan la pena porque ya es agravada, pero la mujer puede descargarle una piedra en la cabeza a un hombre y no pasa nada”, denunció.
Otro caso fue relatado por un hombre de Medellín, también bajo anonimato. Su situación se agravó después de perder su empleo, lo que desencadenó tensiones económicas en su hogar.
“Me despidieron, entonces la carga económica recayó sobre ella. Las situaciones que antes parecían normales, se volvieron irritantes. Cosas que antes eran pequeñas se volvieron grandes. Empezamos con insultos, con actitudes agresivas, en un momento me golpeó en la cara y me ocasionó un corte en el pómulo”, relató.
Con el tiempo, reconoció la gravedad de los hechos: “Hubo otras dos situaciones más donde fui agredido físicamente por ella. Después de eso, caí en cuenta que era un maltrato físico constante y que estaba sufriendo de maltrato intrafamiliar”.
Estos testimonios subrayan la necesidad de abordar la violencia intrafamiliar desde una perspectiva de género más equitativa. Aunque los hombres víctimas de violencia disponen de la línea ‘Calma’ (línea 106) para denunciar agresiones, muchos desconocen este recurso o temen no ser escuchados.
De enero a junio de 2025, Bogotá registró 23.430 denuncias por violencia intrafamiliar, de las cuales el 26,4 % —es decir, 6.193 casos— corresponden a hombres víctimas, explicó el informativo.
Estas cifras reflejan un incremento en la visibilidad de este tipo de violencia, aunque persisten barreras que dificultan que los hombres busquen ayuda. Entre los obstáculos se encuentran la falta de instituciones especializadas para atenderlos, el estigma social asociado a la masculinidad y la percepción de que sus denuncias no son tomadas en serio por las autoridades.
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