Los más de 500 hipopótamos (podrían ser incluso 800) que ahora deambulan por el Magdalena Medio se han convertido en un problema para las autoridades ambientales, pues necesitan grandes cantidades de comida, contaminan con sus heces las aguas donde reposan y representan un peligro para los humanos debido a que son muy agresivos a la hora de defender su territorio o sentirse amenazados.

Sin embargo, un estudio de un equipo de biólogos conservacionistas de varias universidades del mundo citados por el diario británico The Guardian asegura que esta migración forzada (fueron importados por el fallecido narcotraficante Pablo Escobar a finales de los 80) contribuye a preservar la especie, pues su hábitat no estaría limitado a África, sino a un sitio diferente del planeta.

Pablo Escobar

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El informe, publicado en los Proceedings of the National Academy of Sciences, estos animales reemplazan a los ya extintos a finales de la época geológica del pleistoceno, antes de que existiera el hombre.

“Si bien los hipopótamos de Colombia no reemplazan a la perfección a las especies extintas, sí restauran parte importantes de las ecologías de diferentes especies”, dicen los científicos que realizaron el estudio.

Dichos predecesores y que habrían habitado estas mismas tierras hace millones de años, serían una especie de llama gigante y el también extinto notoungulado, un mamífero más grande que un caballo y que solo existió en América del Sur, tal como sucede con los canguros en Australia.

Así las cosas, la presencia de los hipopótamos de Colombia restaurarían algunas características del medio ambiente de ese pasado remoto, lo que a su vez reversaría la eventual extinción de otras especies, según el medio británico.

Hipopótamo Hacienda Nápoles

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“El término ‘invasivo’ realmente no deja espacio para los beneficios que estas especies les traen a otras. Lo invasivo no ayuda a nada ni a nadie, pero este no es el caso”, explicó a The Guardian Erick Lundgren, estudiante de doctorado en la Universidad Tecnológica de Sídney y director del estudio.

El experto puso como ejemplo a los cerdos salvajes y los jabalíes, que con sus pezuñas revuelven la tierra y ayudan a que el suelo sea más fértil, así tales animales sean considerados como una plaga por ciertos granjeros en Estados Unidos y Europa.