El 12 de abril, el transportador fue contactado por una mujer para recoger un trasteo en Girardot. Ese día y ante la falta de demanda, el conductor parqueó el camión de placa TGT 874 en inmediaciones del Estadio Manuel Murillo Toro a la espera de un trabajo. Una mujer de tez blanca, contextura delgada, de aproximados 1.65 metros de estatura, ojos verdes y cabello rubio, largo y crespo, se acercó al trabajador para contratarlo para un servicio. En la misma ciudad también se conoció que ladrones desocuparon carros que conductores dejaron parqueados en la calle.

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El hombre debía ir hasta Girardot por un trasteo. La versión que le entregó la femenina al hombre es que se estaba separando de su pareja, que tenía problemas con él porque era víctima de maltrato y debía ir por sus cosas. Él accedió y cerca al cementerio San Bonifacio, recogieron a otra mujer que era allegada a la señora que lo contrató para el viaje.


En la cabina se fueron el conductor y las dos ciudadanas. Los tres llegaron al barrio Corazón de Cundinamarca, uno de los más peligrosos de esa localidad; sin embargo, él no tenía conocimiento sobre los problemas de seguridad que a diario hay en el sector.

Lo que parecía un día de trabajo normal, se convirtió en una verdadera pesadilla, debido a que el ibaguereño fue escopolaminado para robarle el camión.

Al llegar al barrio donde debía recoger las pertenencias de la supuesta clienta, debió esperar varios minutos. En ese lapso, el conductor no tuvo sospechas de nada malo, las mujeres se ganaron la confianza. Una de las ciudadanas hizo una llamada y al sitio arribaron dos personas en moto que le entregaron una bolsa con unos jugos.

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Ella le ofreció una de las bebidas al hombre, quien antes de probarla verificó que estuviera cerrada. La ingirió, pero minutos después sintió un mareo y luego perdió la noción.

El ciudadano fue abandonado en plena vía 40. Un taxista lo vio y lo llevó a la Estación de Policía de Girardot. Allí un patrullero contactó la esposa y le informó que presentaba síntomas de haber sido escopolaminado.

La señora pidió que lo llevaran a un centro asistencial, donde los médicos de turno le efectuaron varios lavados y le prestaron la atención necesaria, debido a que tuvo complicaciones en su estado de salud por la sustancia que le dieron.

De acuerdo con la pareja sentimental de la víctima, no hubo una reacción inmediata de las autoridades debido a que el patrullero que estaba de turno en la Estación de Policía no informó a tiempo. Además, tuvieron que esperar varias horas para poner la denuncia, ya que no se la recibían a ella, pese a que argumentó que la víctima aún estaba bajo los efectos de la droga y estaba convaleciente.

Integrantes de la Sijín empezaron un proceso investigativo, pero pese a que la denuncia fue interpuesta de manera virtual, a la fecha aún está en reparto en la Fiscalía de Girardot, no le han asignado un fiscal y todo “está quieto”. Los afectados se han encargado de recolectar información, labores que deberían adelantar los investigadores de la Fiscalía. Solicitaron en Ibagué revisar las cámaras de seguridad de las zonas aledañas al Coloso de la 37, debido a que desde ese punto fue contactado el conductor.

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Se desconoce el paradero del camión, sin embargo, se cree que lo tienen en un municipio cercano a Girardot ya que no lo han podido vender debido a las características.

La banda estaría conformada por integrantes de una misma familia. Al parecer, escopolaminan a los conductores para robarles los automotores, pero también los asesinan.

Los delincuentes lo escopolaminaron y le robaron el camión, el cual aún está pagando y con el que había emprendido junto a su familia una empresa de mudanzas.