Si bien la directora del Partido de La U, Dilian Francisca Toro, ha sido una de las voces más críticas y duras contra la reforma a la salud, sus congresistas en la Comisión Séptima de la Cámara terminaron siendo decisivos para aprobar los primeros tres artículos del proyecto.

(Le puede interesar: Así se enteró José A. Ocampo de su salida del gabinete de Petro: “Apoyé otro candidato”)

Esta pequeña victoria para el Ejecutivo se da en momentos en los que Toro está en el ojo del huracán luego de que se conoció un supuesto pacto para que su partido apoye la reforma a cambio de apoyo electoral. En diálogo con EL COLOMBIANO, la dirigente asegura que no está en campaña y que está a la espera de conocer el texto definitivo del proyecto para decidir si apoyan o no la iniciativa.

Hoy, en medio de la incertidumbre, habla de sanciones para congresistas que no acojan las directrices de la colectividad, destaca la salida de Carolina Corcho del Ministerio de Salud, reclama que hoy La U ya no está en coalición de Gobierno y que la próxima semana el partido definirá si da el paso a la independencia. ¿De qué dependerá?

Este diario reveló un supuesto pacto para que apoye la reforma a la salud a cambio de que el petrismo la acompañe en elecciones. Usted lo ha negado, pero ¿qué les responde a los que se preguntan por qué La U le bajó ahora a las críticas?

“¿Cómo así que le bajé? Siempre he dicho lo mismo: si no incluyen en el articulado las proposiciones que hemos pedido, pues no votamos. He sido coherente con mi posición. No estoy diciendo nada diferente a lo que yo he dicho siempre.

(Lea también: Petro reconoce descaches en cese al fuego con ‘Clan del Golfo’, en medio de su paz total)

Yo no estoy en campaña. No he decidido si voy a la Gobernación o no. Me falta todavía mucho tiempo. Ahorita estoy dedicada a ser presidenta del partido. Estoy saliendo a los departamentos para incentivar las inscripciones para elecciones. Estoy dedicada también a ver que las reformas que salgan sean mejores, pues van a imprimir un cambio, porque por supuesto hay un nuevo presidente.

Nunca le he faltado al respeto a los colombianos. Siempre he actuado con responsabilidad. Siempre he estudiado las reformas, desde que era congresista y después como gobernadora. Yo nunca vendería o nunca llegaría a ese extremo de cambiar una cosa por otra, porque soy respetuosa de los colombianos”.

La crítica es que mientras los conservadores se declaran en independencia y los liberales les sacan los dientes a Petro y se ven bravos, ustedes parecen estar muy mansos…

“¿Por qué no pregunta porqué están bravos? A nosotros también nos quitaron un ministerio, ¿y qué? Yo no actúo por un puesto. Nos pueden quitar los puestos que quieran. Acá la consigna es: si no incluyen nuestros artículos, no se vota. Pueden quitarnos lo que quieran.

(Vea también: “Iremos hasta donde el pueblo colombiano quiera”: Gustavo Petro, sobre sus reformas)

Le repito, también nos quitaron un ministerio y no por eso me tengo que poner a gritar, a decir que ya no apruebo la reforma. No necesito estar gritando para poder actuar como tengo que actuar. Aquí la cosa es la decisión: si no incluyen nuestras propuestas, pues tengo que recomendarle a la bancada que no vote. Pero sí los incluyen, pues también tengo que decirle a la bancada. Ellos deciden, esto no es una decisión mía”.

¿La inquieta que, en cualquier caso, Alexander López decida ser candidato?, ¿lo ve como un rival fuerte?

“¡Claro! Es buen candidato, me parece muy bueno. Mire, en la democracia uno tiene que respetar. Él es de otro partido y hay que respetar. El que se quiera lanzar pues hay que respetarlo.

Volviendo a la reforma, ¿cree que la salida de Carolina Corcho ayudó a destrabar la discusión?

Aquí llegó un nuevo ministro (Alfonso Jaramillo). El señor me llamó y le dije ‘si usted me incluye las proposiciones que presentamos lo respaldamos’. Son las mismas que le dimos a la señora Corcho, que nunca incluyó en los textos y por eso fue el problema. Él me contesto ‘bueno, doctora. Sentémonos, yo las miro, defino, tal y tal cosa’. Yo estoy esperando. Sé que hay una comisión accidental donde están definiendo. Eso ya no es conmigo, está en manos del Congreso”.

¿Ya se reunió con el ministro?, ¿en qué quedaron?

“Claro, nos reunimos y le planteé todo esto. Le entregamos las proposiciones y las discutimos. El señor ha sido muy accesible y muy conciliador, pero pues ya nos ha pasado antes que no nos escriben los artículos que proponemos. Estamos esperando”.

¿Cuáles son sus inamovibles, sus líneas rojas en esta reforma?

“Siempre hemos dicho que tiene que haber un sistema público y otro privado. Es decir, que haya un sistema mixto. Eso es fundamental. Dos, debe existir una unidad de pago por capitación (el valor que se reconoce por cada afiliado). Tres, que las EPS ya no van a tener recursos, integración vertical, ni posición dominante. Los recursos ya no los van a tener ellos porque la ADRES va a pagar directamente a las instituciones de prestadores de servicios (IPS), es decir, a hospitales y clínicas. Y esas EPS van a transformarse en gestoras de vida. Van a seguir haciendo la gestión del riesgo en salud.

Lo otro es la contratación. Deben existir acuerdos de voluntades para que clínicas y hospitales puedan atender los pacientes. En este caso, la contratación la puede hacer el Gobierno o las gestoras”.

¿Y el manejo de recursos en las regiones?

“Otra cosa que exigimos es que no hubiesen fondos departamentales, sino solamente una cuenta para pago, porque no queremos que se burocraticen esas instituciones en departamentos y municipios. Además, que no tengan estructura administrativa, para que no haya gente ahí que burocratice. Otra cosa muy importante es que haya un plan de beneficios que el Ministerio definirá.

Por último, y en lo que sí estábamos de acuerdo con la reforma, es con la atención primaria e integral en sectores apartados; dignificación laboral para el talento humano; que se fortalezcan los hospitales, y que las deudas que tengan las EPS con hospitales públicos el Gobierno las pague con vigencia futuras”.

Lee También

¿Qué pasa si el Gobierno les vuelve a quedar mal y no incluye sus propuestas?

“No votamos”.

¿Y se saldrían del todo de la coalición para pasar a la independencia?

“En este momento nosotros no estamos en ninguna coalición. La coalición la rompió el presidente. ¿En qué coalición vamos a estar si él la rompió?”

Pero ustedes siguen estando declarados como partido del Gobierno, ¿no?

“Fuimos partido del Gobierno, pero Petro rompió la coalición”.

Es decir, se van a declarar en independencia…

“No, yo no lo puedo decir porque la bancada decide. Lo que sí me parece independiente es que los congresistas voten, porque es que a veces algunos se declaran en independencia, pero van y le votan al Gobierno. Mire no más si esos independientes y la oposición no votaron los artículos del Plan de Desarrollo. Para eso los eligieron, para estudiar las leyes y garantizar que sean buenas”.

¿Qué le puede pasar a un congresista de La U que desobedezca las instrucciones del partido?

“Se exponen a que les quiten voz y voto. Se exponen a sanciones”.

¿Incluso la expulsión?

“Por supuesto”.

¿Hay sanciones contra el representante Camilo Estebán Ávila, que no solo firmó la radicación de la ponencia en Semana Santa, sino que se ausentó en la votación de la ponencia positiva?

“Cuando él firmó la ponencia no había decisión de bancada. Ahí no había lugar a investigación. Y la segunda vez él se levantó y adujo que no había votado porque si votaba negativo (ya con decisión de bancada), estaría yendo en contra de algo que firmó. En todo casi, si ahora vota sí a algo que acordamos votar no, pues se enfrenta a sanciones”.

Se rumora en Congreso que el nuevo ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, ya no negocia con los directores de los partidos, sino que está hablando de tú a tú con los congresistas, casi que pasando por encima de ustedes. ¿Qué opina de esa estrategia?

“Es una decisión del Gobierno y también una decisión de los congresistas. Porque ahí uno ofrece y el otro acepta. No creo que en el Partido de la U estén haciendo eso. Hemos estado muy unidos en nuestras decisiones. Con la reforma a la salud la decisión es de toda la bancada y se acordó que si esas proposiciones se tienen que incluir. Si no, no se vota.

Aprovecho para decir que a mí no me gusta esa palabra ‘negocio’. Nosotros no negociamos. Uno dialoga, argumenta, llega a consensos, pero ‘negociar’ no”.

¿Respalda la llegada de Velasco?, ¿o estaban más cómodos con el exministro Alfonso Prada?

“Es indiferente, los dos son amigos y a los dos los conozco. Velasco fue senador conmigo en varias ocasiones y al doctor Prada también cuando estuvo de representante. Él siempre estuvo muy en contacto con nosotros. Así que yo no tengo ningún problema con ninguno de los dos”.