Paulo Murillo es topógrafo y PhD en geografía de la Oregon State University. Además, es autor de la tesis doctoral sobre la expansión de los cultivos de coca y ganadería extensiva en la Amazonía colombiana en el marco del posconflicto. Aquí algunos de sus hallazgos.

Los cultivos de coca y la extensión de la ganadería son los principales culpables de la deforestación en Colombia, especialmente tras la firma de los Acuerdos de Paz de 2016, de acuerdo con varios informes.

Paulo Murillo, topógrafo y PhD en geografía de la Oregon State University, dedicó su investigación de tesis doctoral a estudiar cuál es esa relación de coca y ganadería frente a la deforestación, llegando a la conclusión de que las áreas ganaderas tienen un peso mayor y más significativo en la destrucción de la superficie forestal en la Amazonía.

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Durante cinco años, Murillo decidió unir su gusto por las imágenes satelitales para detectar las áreas de cultivos de coca y diferenciarlos de las que han estado dedicadas a la ganadería en la Amazonía entre 1985 y 2019. En este último año, realizó visitas a los campesinos y excombatientes ubicados en los departamentos del Meta y Guaviare, principalmente en las áreas de influencia de La Macarena, Tinigua, Picachos y Chiribiquete.

En estos espacios logró conseguir información sobre las dinámicas de los habitantes con el territorio, las posibilidades y dificultades que se presentan con uno u otro cultivo, y cómo muchas veces las mismas circunstancias de abandono estatal, deficiencia en vías de acceso e infraestructura los lleva a la deforestación.

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“Ellos tenían una conciencia de conservación, vi que varios quieren cuidar pero al mismo tiempo tienen que sobrevivir y la única forma para eso es plantando algún tipo de cultivo, ilícito o no, pero tienen que tumbar árboles. El pequeño campesino puede tumbar una hectárea a machete pero también está el que puede levantar dos o tres hectáreas con maquinaria o que contrata mucha gente para hacerlo”, resaltó Murillo.

Sin embargo, para el geógrafo colombiano la políticas de guerra contra las drogas, en el marco del Acuerdo de paz, ha incidido en la expansión de actividades ilícitas en esta zona del país porque con la salida de las Farc otros grupos armados, disidencias, carteles y demás llegaron o se fortalecieron en estos territorios y establecieron actividades ilícitas en el país. “Intervenir eso es muy difícil pero debemos sentarnos y revisar qué tenemos que hacer para generar un cambio, no a punta de glifosato y armas sino involucrar a otro tipo de opciones, sentarnos con la gente y ofrecer oportunidades reales de que pueden tener una labor legítima para mantenerse”, le explicó Murillo a Colombia +20.

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La presentación de esta tesis se hizo durante la charla “Tecnologías de observación de la tierra para el análisis de la expansión de los cultivos de coca y de la ganadería extensiva en Colombia en el marco del posconflicto” durante la novena edición de la Semana Geomática Internacional 2022, realizada por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC).

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Por medio de dos enfoques basados en píxeles llamados socializando el pixel y pixelizando lo social, el geógrafo colombiano buscó que las imágenes satelitales desenredarán la localización de las áreas con cultivos de coca y las de ganadería extensiva. En la siguiente imagen compartida por el investigador, se puede observar en blanco los parches con cultivos de coca y en gris, las áreas dispuestas para ganadería.

El área para coca no es la flecha inicial de la deforestación en Colombia. No, no lo es, la coca es mínima. El área deforestada por coca es minúscula a lo que es el área asociada a la ganadería extensiva. Son 60 veces más el área deforestada hacia ganadería extensiva que hacia coca”, resaltó Murillo como una de las conclusiones de su investigación durante la charla que realizó el martes pasado en Bogotá.

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Uno de los impactos que busca realizar con su investigación es poder cambiar la narrativa que existe en el país sobre la coca como la principal razón de deforestación en el país. “El esfuerzo que uno hace con esto es que la narrativa convencional del gobierno de que la coca es la punta del alza de la deforestación no es válida, eso no es así y eso es lo que uno puede decir a nivel de investigación”, explicó.

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Frente a la posibilidad de generar alianzas con instituciones u organizaciones que trabajan este tema como el Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI), el investigador no se cierra a la posibilidad. Sin embargo, le relató a Colombia +20 que ha desarrollado esa búsqueda pero que ha sido desgastante porque no es fácil y muchas veces no muestran un interés en revisar, divulgar y apoyar este tipo de investigaciones.

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Murillo es profesor de la Universidad del Tolima y ha realizado varias investigaciones sobre las afectaciones forestales tras el Acuerdo de paz en Colombia. Por su conocimiento en teledetección satelital ha contribuido a investigaciones con la Comisión de la Verdad y en la exposición “Huellas de desaparición. Los casos de Urabá, Palacio de Justicia y territorio Nukak” realizada en colaboración con la agencia internacional Forensic Architecture.